Rubén Aros, dueño de la empresa que detectó micrófonos en oficinas de directivos de Sofofa, Profacis, declaró por segunda vez ante la fiscalía Oriente y peritos de PDI en Las Condes, esta vez en calidad de imputado, en el marco de la investigación por el posible espionaje que afectó al gremio empresarial.

El lunes pasado, Aros acudió como testigo del caso, sin embargo, en esta oportunidad -como imputado- reconoció que nunca antes había realizado un trabajo de detección de micrófonos, según detalla el diario La Tercera.

En este caso ya declaró como testigo Hermann von Mühlenbrock, entonces presidente de Sofofa y ocupante de la oficina donde se detectó uno de los aparatos.

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Aros sostuvo que que el 12 de mayo fue contactado por el jefe de seguridad de Carozzi, Anfión Varela. El dueño de Profacis expresó que Varela le comentó sobre sospechas de espionaje en dicha empresa y que se le habría pedido desarrollar un “barrido” para encontrar algún dispositivo.

En ese contexto, Aros relató -de acuerdo al matutino- que acudió el sábado 13 de mayo a la “Casa del Espía”, donde habría comprado un detector de micrófonos. El hallazgo del dispositivo en Carozzi habría ocurrido al día siguiente.

Adelantan que las diligencias continuarán en los próximos días.