La Comisión Europea ha trasladado este viernes a la industria automovilística que creará una nueva categoría para vehículos eléctricos pequeños “Made in Europe”, como parte de las medidas que explora el Ejecutivo comunitario para reforzar al sector.
Según informaron fuentes del gabinete del vicepresidente de la Comisión encargado de Industria, el francés Stéphane Séjourné, las características de esa nueva categoría, aún por definir, quedarán reflejadas “posteriormente” en las normas de CO2.
Se trata de uno de los puntos que la Comisión trasladó hoy a las patronales de los fabricantes europeos de automóviles, ACEA, y de piezas de automoción, CLEPA, para analizar cómo abordar los retos que presenta ese sector industrial en la UE, entre los que se cuenta la competencia de los constructores chinos en autos, baterías, software o el hardware para la conducción autónoma, entre otros.
La Comisión también se comprometió a adelantar la fecha de la revisión prevista para 2026 de los estándares de CO2 que prohíben a partir de 2035 la venta de nuevos vehículos y furgonetas que emitan dióxido de carbono.
La patronal automovilística había avisado de que “no es viable” mantener esa icónica fecha y pide flexibilidad regulatoria, además de incentivos para acelerar las ventas de autos eléctricos, que han alcanzado una cuota de mercado del 17% en el primer semestre de 2025, que asciende al 25% si se incluyen los híbridos.
Además, Bruselas inyectará 1.800 millones de euros de capital propio a los “futuros campeones europeos de las baterías”, una iniciativa que ya mencionó el pasado miércoles en un discurso en el Parlamento Europeo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
También aplicará los principios de “preferencia europea” y de “contenido local” para baterías y componentes en las licitaciones, agregaron las fuentes, al tiempo que se impondrán “condiciones a las inversiones de fabricantes y proveedores extranjeros, en particular los chinos”.