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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Gobierno francés estableció una prima de 1.000 euros para quienes compren autos eléctricos con baterías fabricadas en la Unión Europea, a partir del 1 de octubre. Esta prima se suma al bonus ecológico de hasta 4.200 euros vigente desde julio. La lista de autos elegibles se actualizará mensualmente, buscando promover la relocalización y apoyar la industria en Europa. La medida pretende fortalecer la producción local, clave para la autonomía estratégica y la soberanía medioambiental.

El Gobierno francés ha creado una prima de 1.000 euros, complementaria a las que atribuye para incitar a la compra de autos eléctricos, para aquellos que elijan un modelo que vaya equipado con baterías fabricadas en la Unión Europea (UE).

En un comunicado publicado este lunes por los ministros de la Transición Ecológica y de la Energía se explica que la nueva prima entrará en vigor el 1 de octubre y se añadirá al ‘bonus ecológico’ que se aplica desde el 1 de julio.

Eso significa que el ‘bonus ecológico’ al que pueden optar todos los particulares, con cantidades que dependen de sus ingresos y que pueden llegar a un máximo de 4.200 euros, se sumarán esos 1.000 euros.

La lista de los autos que se podrán beneficiar se hará pública “en los próximos días” y se actualizará mensualmente.

Los ministros la justificaron en su comunicado para “favorecer la relocalización de la cadena de valor de los vehículos eléctricos y apoyar el empleo industrial en nuestro continente”.

“Frente a una fuerte competencia internacional -señalaron-, Europa debe reforzar su producción” para ponerla en línea con su “agenda de autonomía estratégica”.

“Francia defiende esta visión y reafirma que la producción es una condición previa para la soberanía. La ambición medioambiental es un dispositivo de reindustrialización”, señalaron.

Las baterías de los vehículos eléctricos comercializados en Europa, que hasta ahora proceden en su inmensa mayoría de Asia, pueden representar el 40% del precio total de un vehículo eléctrico.

Varias de las empresas que han invertido para levantar factorías de baterías en la UE atraviesan dificultades, entre otras cosas por problemas de competitividad por los precios de la energía, pero también por el acceso a las materias primas, que China controla en gran medida.