"Una constitución no soluciona la pobreza ni garantiza más derechos. Lo único que hace de verdad es poner las reglas del juego de cómo se distribuye el poder", aseveró uno de los ministros.

Algunos exministros de Hacienda destacaron la firma de un nuevo acuerdo constituyente, pero descartaron que despeje las incertidumbres presentes en la economía chilena.

Las ex autoridades aseguran que la prioridad debe estar en corregir el “deterioro de la política”, que impide el avance de las reformas.

“La economía de la transición desde Teatinos 120” se llamó el seminario, organizado por la Universidad Católica, que reunió a los ocho ministros de Hacienda.

Todas estas exautoridades ocuparon el cargo desde la década de los 90 hasta el 2019, concordando todos en la importancia del nuevo acuerdo constituyente.

Todos los presentes apuntaron a la dificultad de conjugar los principios económicos con los acuerdos políticos como una de las principales trabas a las reformas que buscaron impulsar.

Reacciones ante el nuevo acuerdo constituyente

Por esta razón, Nicolás Eyzaguirre, exministro de Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, destacó que el deterioro de la política debe estar en el centro de este proceso.

Visión similar manifestó Rodrigo Valdés, que ocupó el cargo entre 2015 y 2017, advirtiendo que el éxito del proceso no está garantizado, y es fundamental rebajar las expectativas sobre el mismo.

Respecto a la incertidumbre asociada al proceso, el exministro Andrés Velasco afirmó que -tal como ocurrió con el plebiscito de salida- la firma de este documento genera alivio en la mirada internacional.

“Se veía mal porque la constitución que se propuso era mala. Cuando el 62% de las personas de Chile pidió otro texto, el mundo respiró aliviado”, dijo.

En el mundo empresarial, gremios como la Sofofa y la SNA valoraron el nuevo acuerdo y se manifestaron dispuestos a colaborar, pidiendo que -esta vez sí- se logre una propuesta representativa a nivel nacional.