Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) se refirió —en conversación con la prensa trasandina— a la problemática de las empresas inversionistas que han decidido dejar Argentina.

Sobre el cierre de algunas tiendas Falabella en el país, Sutil señaló que “la visión general de los empresarios chilenos sobre la Argentina no es positiva. Lo que veo con preocupación es que en Argentina no hay terreno fértil para hacer inversiones”, declaró en una entrevista a Clarín.

“El empresariado chileno lamenta mucho que una empresa chilena de tanto renombre tome la decisión de retirarse de ese mercado por razones probablemente como las que menciono. Falta de certeza jurídica y malas condiciones de competitividad. Hay control cambiario, complicaciones para importar, falta de financiamiento, que hoy lo maneja el Estado… Todas las condiciones para generar una suerte de imperfección al libre mercado. Es una cosa que mirando desde afuera se hace inentendible”, adujo.

Como argumento, mencionó que Argentina tiene “una cantidad importante de informalidad. Y una situación de impuestos difícil de soportar. Además, hay una complejidad en la estructura administrativa desalentadora. Hay un alto grado de conflictividad”.

“Cuando tu estás mirando todas las variables, cuando miras las condiciones generales, hoy en día no existe en la Argentina una política pro empresa, pro inversiones. Eso hoy sencillamente no existe”, aseguró.

En esa línea, mencionó que en Argentina “hay un sentimiento de mucha desolación y de falta de inversión. Hay un proceso permanente de desinversión, de los extranjeros pero también de los empresarios argentinos. Lo vemos todos los días, hasta los argentinos sacan cada vez más recursos, pero no solo empresarios, también los profesionales, la clase media. La gente prefiere invertir en el exterior. Hoy un panadero, por decir algo, no piensa en ampliar la producción, sino en sacar su dinero afuera. Eso es insostenible”.

Consultado sobre si percibe un sesgo anti empresarial en el actual gobierno trasandino, señaló que en la actualidad “no están dadas las condiciones para generar confianza. Las opiniones de sus autoridades son muchas veces desafortunadas y poco creíbles en términos de respeto a la inversión. Es un proceso que viene desde hace muchos años. Hubo un breve paréntesis durante el gobierno del ex Presidente Mauricio Macri. Pero ahora se volvió a atacar a las empresas”.

“En los años anteriores las empresas chilenas han sufrido no ya ataques del Gobierno, sino de una agrupación afín al Gobierno, como La Cámpora. Eso no ocurre en ningún lugar del mundo. Y es inconcebible para el caso de la Argentina, un país muy rico, que tiene muchísimo talento humano, que muchas veces termina migrando”, añadió.

Sobre lo que está fallando en Argentina, el empresario indicó que “las empresas se van porque su país necesita estabilidad, certeza jurídica y salirse del prototipo del populismo y subdesarrollo”.

Finalmente, declaró que “el sentido común de toda empresa y empresario es que cuando no hay condiciones habilitantes la pregunta es simple: qué sentido tiene estar en un país donde no se valora la gestión del empresario. De todas maneras me gustaría remarcar que el empresario nunca pierde la confianza y el optimismo. Pero la racionalidad dice que lo que necesita Argentina es algo más profundo que un simple cambio político”.