Los discos duros modernos durarían en promedio sólo 2 años y 10 meses, según un nuevo análisis efectuado por una firma dedicada a la recuperación de información en estos dispositivos, el cual arrojó también que los productos más antiguos, específicamente los fabricados antes de 2015, serían más resistentes que los comercializados más recientemente,

La vida útil promedio de los discos duros modernos estarían “en general” muy lejos de la durabilidad y la resiliencia que solían tener sus predecesores, concluyó el análisis de 2.007 de estos dispositivos de distintas marcas, -incluyendo Western Digital, Seagate, Hitachi, Toshiba, Samsung y Maxtor- por parte de una firma de recuperación de datos.

De hecho, en promedio tienden a durar 2 años y 10 meses según el lote estudiado por la firma Secure Data Recovery (Recuperación de Data Segura, en inglés), sugiriendo que existiría una relación entre la fecha de fabricación del disco duro y cuánto demoraban en fallar.

Para ello, se consideró sólo las fallas que ocurrían durante procesos de lectura y reescritura, y no los sometidos a otros eventos fortuitos como alzas de tensión, malwares, desastres naturales y “mal manejo accidental”, reportó el medio especializado Ars Technica citando fuentes de la compañía.

Así, indicaron desde SDR en su blog, “descubrimos que los cinco discos duros más duraderos y resilientes de cada fabricante se hicieron antes de 2015. Por otro lado, la mayoría de los menos duraderos y resilientes de cada fabricante se hicieron después de 2015”.

Según la firma, una causa detrás de este patrón estaría en la tendencia de los fabricantes de sobreexigir el rendimiento de los dispositivos en los productos más recientes, incluyendo en criterios de tamaño que limitan la movilidad de las piezas, aparentemente afectando el daño mecánico y la resistencia al desgaste.

SDR también apuntó contra la práctica de los fabricantes de vender clandestinamente discos de grabación magnéticos con tejas (SMR en sus siglas en inglés) en lugar de discos de grabación magnética convencional. Esta tendencia, que causó polémica cuando fue revelada en 2020, entre otras cosas afecta la fiabilidad de los discos duros al someter sus componentes a mayor tensión.

Sin embargo, la firma recalcó que los dispositivos más modernos no están exentos de beneficios pese a sus problemas de fiabilidad, considerando que registran un mejor rendimiento y garantías mayores que las de sus predecesores.