Los expertos advierten que 12 de las 14 "trampas evolutivas" que desaparecerían al ser humano, ya están en etapas avanzadas.

Un nuevo estudio hecho por expertos de la Universidad de Estocolmo, en Suecia, encontró 14 “trampas evolutivas” con las que la humanidad podría extinguirse. Según los científicos, estas “trampas” podrían atrapar al ser humano y conducirlo a la desaparición de la faz de la Tierra.

El estudio concluye y pone en palestra los peligros del rotundo éxito del dominio de los humanos. Considera amenazas como la crisis climática, las pandemias globales y las crecientes guerras entre naciones.

“Los humanos son increíblemente creativos como especie. Somos capaces de innovar y adaptarnos a muchas circunstancias y podemos cooperar a escalas sorprendentemente grandes. Pero estas capacidades resultan tener consecuencias no intencionadas”, comenta el antropólogo Peter Søgaard Jørgensen de la Universidad de Estocolmo, según recoge Science Alert.

En el paper, que se publicó en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society, los expertos utilizan el concepto “Antropoceno”, que “se caracteriza por cambios acelerados y desafíos globales de complejidad creciente”, describen.

“Inspirándonos en lo que algunos han llamado una policrisis, exploramos si la trayectoria humana de creciente complejidad e influencia en el sistema Tierra podría convertirse en una forma de trampa para la humanidad“, explican.

Las 14 formas en que la humanidad podría extinguirse

Los científicos evalúan estas posibilidades catalogándolas como “callejones sin salida”, escenarios que el mismo humano, en su necesidad de crecer y reinventarse, generaría. “Identificamos 14 trampas y las clasificamos como trampas globales, tecnológicas o estructurales”, dice el estudio.

Cinco de las 14 trampas serían globales: la simplificación, cuando los sistemas se vuelven demasiado especializados para adaptarse; el crecimiento para el crecimiento, que sería una búsqueda incesante de crecimiento que dañaría el bienestar; el exceso, usar más recursos de los que la Tierra puede entregar; división, que sería un conflicto internacional; y el contagio, que se traduce a enfermedades infecciosas, como el Covid-19, por ejemplo.

Otras cinco, serían trampas tecnológicas: el bloqueo de carbono, por los combustibles fósiles; la contaminación química; la tecnología “existencial”, como las armas nucleares; la tecnología autónoma, como la Inteligencia Artificial (IA); y la desinformación.

Finalmente, las últimas cuatro serían estructurales: el cortoplacismo, que es la tendencia a pensar y producir todo en el corto plazo; el consumo excesivo; la desconexión de la biosfera; y la pérdida de capital social local, que hace referencia a un mundo cada vez más digital, lo que impediría la interacción humano a humano potenciando la división de la sociedad.

De acuerdo con el paper, 12 de las 14 trampas, es decir el 86% de ellas, estarían en una fase avanzada, en un punto de difícil retorno y con riesgos crecientes que pueden generar impactos negativos en el bienestar humano.

Los expertos esperan usar estos datos para poner en discusión los actuales desafíos de la humanidad y cómo afrontarlos para asegurar una sostenibilidad global a futuro.