El astronauta perteneció a la tripulación de la misión Apolo 16, que llevó humanos a la Luna en 1972.

La noche del jueves, la NASA informó el fallecimiento del astronauta Thomas K. Mattingly II, que partió el 31 de octubre y fue considerado un “clave para el éxito” para el programa espacial Apolo, que llevó humanos a la Luna por primera vez en 1969.

Perdimos a uno de los héroes de nuestro país el 31 de octubre. El astronauta de la NASA Thomas K. Mattingly II fue clave para el éxito de nuestro Programa Apolo, y su brillante personalidad garantizará que sea recordado a lo largo de la historia”, destacó Bill Nelson, administrador de la agencia espacial.

Thomas K. Mattingly II en la exploración espacial

Mattingly estuvo en la Marina de EE.UU. y también fue piloto, temprano en su carrera se unió a la Escuela de Pilotos de Investigación Aeroespacial de la Fuerza Aérea, y aún como estudiante, fue reclutado por la NASA para pertenecer a la clase de astronautas de 1966, unos pocos años antes del primer alunizaje.

Pero antes de volar al espacio, participó en el programa Apolo con importantes roles. Y es que fue parte del equipo de apoyo de los astronautas del programa y posteriormente lideró el desarrollo del traje espacial con el que fueron a la Luna y la mochila que utilizaron.

“Su habilidad incomparable como piloto nos ayudó cuando asumió el rol de piloto del módulo de comando del Apolo 16 y comandante de la nave espacial para las misiones del transbordador espacial STS-4 y STS 51-C. El compromiso con la innovación y la resiliencia ante la oposición hicieron de TK una figura excelente para encarnar nuestra misión y la admiración de nuestra nación”, agregó Bill Nelson.

Si bien, Thomas K. Mattingly II pisó la Luna en 1972 con la misión Apolo 16, inicialmente su alunizaje estaba programado para la Apolo 13, pero debió ser descartado del equipo tras verse expuesto a la rubeóla días antes del despegue, aunque nunca la contrajo.

Sin embargo, de igual forma tuvo un importante papel en esta misión, que presentó problemas que pusieron en riesgo a la tripulación. De hecho, de allí proviene la famosa frase “Houston, tenemos un problema”.

“Quizás su papel más dramático en la NASA fue después de la exposición a la rubéola justo antes del lanzamiento del Apolo 13. Se quedó atrás y tomó decisiones clave en tiempo real para traer a casa con éxito la nave espacial herida y la tripulación del Apolo 13: los astronautas de la NASA James Lovell. Jack Swigert y Fred Haise”, recordó la NASA.

Finalmente, la agencia espacial concluyó que “las contribuciones de Thomas K. han permitido avances en nuestro aprendizaje más allá del espacio. Describió su experiencia en órbita diciendo: ‘Tenía un miedo muy palpable de que si veía demasiado, no podría recordar. Fue tan impresionante’. Vio la inmensidad del universo como un foro interminable de posibilidades. Como líder en misiones exploratorias, será recordado por desafiar lo desconocido por el bien del futuro de nuestro país”.