La expectativa de vida de los hombres también se ve beneficiada por una sociedad con mejor equidad de género, concluyó el primer estudio en medir estos parámetros a nivel global.

Un estudio pionero concluyó que una mayor equidad de género estaría vinculada con una mayor expectativa de vida no sólo para mujeres, sino también para hombres.

Según observaron los investigadores en este primer estudio global publicado en PLOS One, se hacen notorias ciertas diferencias en distintas regiones de acuerdo con el desarrollo socioeconómico y por proximidad geográficas, evidenciándose que aunque en un principio al elevarse la equidad de género las más beneficiadas son las mujeres, eventualmente el proceso ayuda a los hombres a vivir más tiempo y la brecha se estrecha con el tiempo.

“Muchos de los factores que determinan cuánto vivirás -como las condiciones laborales y habitacionales, exposición a la contaminación, acceso a cuidados de salud, educación, ingresos y apoyo social- están superpuestos con las diferencias de género en todo el mundo”, explica la autora principal Dr. Cat Pinho-Gomes, investigadora honoraria del Instituto George para la Salud Global, del Reino Unido, quien trabajó junto al Imperial College de Londres.

Agregó que “conforme los países hacen mayores progresos hacia la equidad de género y se les permite a las mujeres la oportunidad de participar más en política, economía y vida social, toda la comunidad cosecha las recompensas”.

Un avance estancado

En su último reporte, el Foro Económico Mundial alertó que eventos globales como el aumento del costo de la vida, la pandemia del Covid-19, las crisis climática y de refugiados, así como los conflictos internacionales, están causando un estancamiento en los esfuerzos hacia la paridad de género. Con ello, se teme que se ponga en riesgo el desarrollo socioeconómico y mejora en las condiciones de vida y de trabajo, perdiéndose los avances logrados durante las últimas décadas.

Con esto en mente, el análisis estudió las estadísticas de 156 países entre 2010 y 2021, abarcando tanto el estado actual como la evolución de la equidad de género considerando tres de cuatro dimensiones: participación y oportunidades económicas, logros educativos y empoderamiento político. Fuera quedó un cuarto apartado de salud y supervivencia, por estar vinculada con lo que se buscaba observar.

Así, se descubrió que la dimensión educativa era la más estrechamente vinculada con la expectativa de vida de las mujeres.

Ello sugiere, indica Pinho-Gomes, que “invertir en Educación es primordial, particularmente en países de medios y bajos ingresos, donde a muchas niñas aún se les niega el acceso a la educación y los recursos son limitados”.

“Incluso en países de altos ingresos -donde se han hechos progresos sustanciales para abordar las inequidades de género durante los últimos años- invertir en equidad de género puede todavía beneficiar la expectativa de vida, particularmente para hombres. Este estudio confirmó lo que ya hemos visto en países de la Unión Europea usando distintos métodos, reforzando la validez de nuestros descubrimientos”, argumentó la investigadora.

Añadió que “la más débil asociación entre equidad de género en el dominio político y la brecha en expectativa de vida levanta preocupaciones respecto de cómo la igualdad está siendo implementada en sistemas políticos en todo el mundo”, matizó la científica. “Como hemos visto en recientes renuncias de políticas de alto perfil, las mujeres todavía experimentan desafíos significativos en esta área, incluyendo discriminación, problemas para balancear su vida privada, familiar y política, conseguir el apoyo de sus partidos y asegurar financiamiento de campañas”.

“Nuestro estudio tiene importantes implicancias para los responsables políticos en todo el globo, particularmente conforme el mundo gradualmente se recupera de una miríada de impactos causados por la pandemia de Covid-19, que tuvo impacto de género en múltiples dominios de la vida. Este Día Internacional de la Mujer, no olvidemos que la evidencia demuestra que mejorar la representación de las mujeres en distintos sectores contribuye a una sociedad más rica y, por lo tanto, saludable”, concluyó.