El astrónomo Mario Hamuy presentó este viernes su renuncia a la presidencia del Consejo Superior de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), decisión tomada tras dos años y medio en el cargo y que se hará efectiva a partir del próximo 31 de octubre.

Por medio de una carta dirigida a los trabajadores de Conicyt, Hamuy manifestó que fue un período de “intensa labor y logros muy interesantes y gratificantes”.

En ese sentido, mostró su satisfacción por la promulgación de la Ley 21.105, que llevó a la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innnovación, expresando que “este hito marca para mí el fin de un ciclo”, esperando que sean las nuevas generaciones las que se hagan cargo de las iniciativas en estos campos.

Asimismo, indicó que “hay mucho más por avanzar en políticas de Ciencia”, añadiendo que no basta con afirmar que el país deba duplicar su inversión en esta área, ya que -desde su visión- se debe “tener definido el ‘para qué’, es decir cuál es el impacto social de la inversión en investigación”.

Finalmente, Mario Hamuy cerró la misiva manifestando que “mi paso por Conicyt no estuvo libre de dificultades, pero tuvo un balance positivo y un valioso desarrollo en lo que a mi persona respecta, el que llevaré en mi corazón como una de las etapas más intensas y enriquecedoras que me ha tocado vivir”.

Mala señal

El diputado Giorgio Jackson, el senador Guido Girardi y la astrónoma, María Teresa Ruíz, calificaron como una “mala señal” la renuncia de Hamuy, expresando -en un comunicado en conjunto- que la determinación estaría motivada por la “fuerte disminución del presupuesto para ciencia en Corfo, Energía y Conicyt, lo que es incoherente con el discurso del Presidente, Sebastián Piñera”.

En esa misma línea, apuntaron que lo anterior impedirá que Chile “aproveche oportunidades únicas como tener el desierto más irradiado, ser ventana al universo, potencia alimentaria y sus laboratorios naturales”.

Además, advirtieron que el presupuesto del próximo años no contempla “recursos para el Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación por lo que no será más que un “elefante blanco”.