El rostro humano ha ido cambiando con el paso de los años. Mientras el Australopithecus anamensis -que vivió hace 4,1 millones de años- contaba con cejas prominentes y una mandíbula similar a la de los simios, el Homo neanderthalensis, de hace 230 mil años, poseía un cráneo alargado y robusto.

Sin embargo la evolución no se detiene, por lo que la cara que tenemos seguirá cambiando. Y aunque los expertos sostienen que nuestra especie es la más expresiva de la Tierra, al menos en términos faciales, la gran duda que todos se hacen es cómo luciremos en el futuro.

“Nuestras caras han cambiado bastante desde el ancestro común que compartimos con los chimpancés hace unos 6 a 7 millones de años”, explicó Scott Solomon, profesor del Departamemento de Biociencias de la Universidad de Rice, en Texas, según recoge el periódico argentino Clarín.

“Los principales cambios incluyen una cresta de la frente reducida, frente aplanada, bozal y mentón menos pronunciados”, agregó Solomon, quien además es autor de “Futuros humanos: en la ciencia de nuestra continua evolución”.

Australopithecus anamensis | Ilustración de Néstor Canavarro
Australopithecus anamensis | Ilustración de Néstor Canavarro

En cuanto a lo que pasará en los próximos miles de años, los expertos sostienen que el rostro humano lucirá bastante diferente a cómo lo conocemos hoy.

“Si nuestro cráneo continúa evolucionando, lo previsible sería que continuase con esa juvenilización en las proporciones craneales, lo que llevaría a una cara más reducida, con órbitas oculares proporcionalmente mayores, un mentón de menores dimensiones y una bóveda craneal más globular y desarrollada”, indicó Paul Palmqvist, catedrático de Paleontología del Departamento de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga.

“Eso sería lo esperable si continúa un proceso que se conoce como neotenia, que quiere decir alcanzar el estado adulto reteniendo características juveniles”, precisó.

Para estas conclusiones, los especialistas se basan en las evidencias actuales. Un ejemplo que cita Palmqvist es el de la dentadura.

Homo neanderthalensis | Ilustración de Néstor Canavarro.
Homo neanderthalensis | Ilustración de Néstor Canavarro.

“Así, la proporción de individuos que ya no forman la muela de juicio (terceros molares, las últimas piezas en aparecer en la dentición permanente) parece haber ido aumentando desde el origen de nuestra especie en el Pleistoceno superior, hace entre 250.000 y 160.000 años, e igualmente la falta de espacio para esta pieza, por reducción de la mandíbula”, puntualizó. Según afirma, eso hace que al erupcionar esta muela, “desplace a los dientes anteriores”.

Por su parte, Antonio Rosas, profesor e investigador del Departamento de Paleobiología del Museo Natural de Ciencias del CSIC de Madrid, sostiene que “desde un punto de vista esquelético, posiblemente la reducción de la mandíbula seguirá sucediendo, como desde hace dos millones de años”.

“Eso cambiará el aspecto, en unos más y en otros menos, lo que contribuirá a una mayor variabilidad entre los humanos y, de ese modo, a más posibilidades de individualización”, complementó.

¿Y cómo luciremos en 100 mil años más? Los expertos sostienen que el humano tendrá una cara reducida, unas órbitas oculares mayores, un mentón más pequeño y un cráneo mucho más desarrollado.

A continuación te dejamos con una imagen.

Ilustración de Néstor Canavarro
Ilustración de Néstor Canavarro

Cabe señalar que en 2013 el diseñador estadounidense Nickolay Lamm intentó visualizar qué cambios experimentaría el rostro humano considerando el imparable desarrollo de la tecnología.

Para dar con estos supuestos, el joven investigador se basó en sus conversaciones con Alan Kwan, Doctor en genómica computacional de la Universidad de Washington (EEUU).

Kwan precisó que la clave a futuro será el control que tendrán los seres humanos sobre la evolución natural y la adaptación de la biología a sus necesidades, “que dictará la futura colonización del Sistema Solar”, consignó la agencia de noticias RT.

Con los resultados de las conversaciones en mano, para las que Kwan se basó parcialmente en las tendencias fisiológicas existentes en la evolución humana, el diseñador creó una serie fotográfica que muestra especulativamente cómo se verán las personas en 100.000 años.

Nickolay Lamm | MedicalDaily.com
Nickolay Lamm | MedicalDaily.com