La asesora de la agencia espacial de la NASA renunció tras denunciar que el nombre del heredero directo del telescopio Hubber, James Webb, habría sido de un "cazador de homosexuales" durante los 60'.

James Webb, nacido en Carolina del Norte en 1906, fue administrador de la NASA entre 1961 y 1968, los años en los que se fraguó la carrera espacial y el programa Apolo, que culminó en la llegada del hombre a la Luna en julio de 1969. Razones que llevaron a la entidad en 2002 a denominar con su nombre al telescopio que permitirá ver la luz de los primeros objetos del universo, hasta ese momento se llamaba Next Generation Space Telescope.

En marzo, Chanda Prescod-Weinstein, Lucianne Walkowicz, Sarah Tuttle, y Brian Nord, firmaron un artículo en la revista Scientific American (The James Webb Space Telescope Needs to Be Renamed) donde pedían que la NASA reconsiderara el nombre asignado al telescopio cuyo lanzamiento está previsto para el 18 de diciembre y que es el más grande que se haya puesto hasta el momento en órbita. La petición de los cuatro científicos recibió el respaldo de unas 1.200 firmas.

“Lavender Scare”

La razón de la petición, según explican los investigadores, es que Webb, antes de ser administrador de la NASA, había colaborado desde el Departamento de Estado en la llamada lavender scare (el terror lila): una caza de brujas en contra de las personas homosexuales que ocupaban cargos en la Administración y que eran consideradas “amenazas para la seguridad nacional”, según el historiador de la Universidad de Florida del Sur, David Johnson, autor del libro The lavender scare. Johnson calcula que hubo al menos 10.000 despedidos por discriminación.

Al respecto la Dra. Natalia Inostroza, directora del Núcleo de Astroquímica y Astrofísica de la Universidad Autónoma de Chile, señala que “No debiera honrarse a quien tiene acciones reprochables”.

Como jefe de la NASA Webb fue, según los científicos, “en parte responsable de implementar, la que entonces era una política federal, contra la comunidad LGTBI+”. En su petición mencionan a Cliffer Norton, un empleado de la NASA arrestado en 1963 y que finalmente fue despedido.

James Webb
Espejos del Telescopio Espacial James Webb | ESA

“Bajo el liderazgo de Webb”, escriben, “las personas Queer fueron perseguidas”. Además, aseguran: “Hay al menos una prueba documental que muestra claramente que Webb planificó y participó en encuentros durante los cuales entregó material. No hay pruebas de que defendiera a quienes eran perseguidos”.

Por eso extraña la respuesta de la NASA de archivar la solicitud, luego de una investigación interna que “no encontró evidencia que justifique el cambio de nombre” señaló la agencia en un comunicado.

La declaración tuvo reacciones a nivel mundial y motivó la renuncia de Walkowicz, asesora de la agencia espacial, la que en carta abierta señaló: la NASA envía un mensaje claro de su posición sobre los derechos de los astrónomos Queer, por lo que claramente no merece mi tiempo”.

Harriet Tubman

Según la astroquímica Natalia Inostroza “el nombramiento es un honor que será replicado a lo largo de décadas, si bien las acciones que se recriminan se desarrollaron en el pasado en un momento que no existía cuestionamiento, no significa que no puedan tener peso y ser gravitantes en una decisión de este nivel”.

En la misma línea la Dra. Adriana Bastías, investigadora de la Universidad Autónoma de Chile y presidenta de la Red de Investigadoras señaló que “el revisionismo es parte de un estudio crítico de relatos oficiales que se seguirá llevando a cabo. Sin duda, el reconocer nombres de personas que han luchado contra la discriminación de personas es una señal más adecuada a los tiempos actuales, que poner nombres controversiales como el de James Webb“.

james webb
Telescopio Espacial James Webb | ESA

Para la renunciada Walkowicz nombres como el de Harriet Tubman, una mujer negra que luchó para acabar con la esclavitud en los Estados Unidos en el siglo XIX y usó las estrellas para guiar a los esclavos hacia la libertad, sería más correcto.

Considerado el sucesor del icónico Hubble, el James Webb será capaz de ver más lejos que ningún otro telescopio, hasta el punto de observar el aspecto que tenían las primeras galaxias. Además, podrá sondear mundos potencialmente habitables y explorar los misterios de la energía oscura