Durante décadas, astrónomos e historiadores han intentado encontrar una explicación científica para el fenómeno descrito en el Evangelio de Mateo: la Estrella de Belén.
De acuerdo con el relato de la Biblia, una estrella muy brillante guio a los Reyes Magos hasta el lugar donde nació Jesús de Nazaret.
Aunque se presenta como una estrella por su traducción del griego αστερα (astera), la hipótesis más aceptada por los científicos sostiene que pudo tratarse de una conjunción planetaria entre Júpiter y Saturno.
¿La Estrella de Belén era un cometa?
Ahora, una nueva investigación de Mark Matney, científico planetario de la NASA, sugiere que la estrella bíblica pudo haber sido en realidad un cometa procedente de la Nube de Oort, una región lejana del sistema solar más allá de los planetas conocidos.
“Este es el primer candidato astronómico para la estrella jamás identificado, que podría haber tenido un movimiento aparente correspondiente a la descripción de Mateo, donde la estrella ‘guio’ a los Reyes Magos en su viaje a Belén hasta que ‘se detuvo’ sobre el lugar donde se encontraba el Niño Jesús”, señala Matney.
Matney citó documentos chinos que describen el avistamiento de un cometa en el año 5 a. C. El científico sugiere que, si el cometa hubiera pasado tan cerca de la Tierra como la distancia a la Luna, este podría dar la impresión de que “no se mueve”, lo que encaja con en el relato bíblico.
“Si un objeto interplanetario pasara cerca de la Tierra a la velocidad, en la dirección, a la distancia, en la posición y en el momento adecuados, sería posible que su movimiento coincidiera temporalmente con la velocidad de rotación de la Tierra y la contrarrestara”, plantea Matney.
“Dicho objeto podría parecer que se ‘detiene’ temporalmente directamente sobre una ubicación geográfica concreta durante varias horas“, agrega.
Una teoría que genera dudas
No obstante, los registros chinos mencionados indican que el cometa permaneció durante unos 70 días en la misma constelación, un comportamiento difícil de explicar para un cometa típico.
En declaraciones recogidas por la revista Scientific American, Ralph Neuhäuser, astrofísico de la Universidad Friedrich Schiller de Jena (Alemania), advierte que este tipo de documentos históricos son inexactos: “en general, cuanto más antiguo es el registro, menos información se conserva”.
Matney reconoce estas limitaciones y admite que sería necesario contar con más fuentes para reforzar la hipótesis. Aun así, su trabajo ha reabierto el debate científico sobre el origen de la ‘Estrella de Belén’.
“Estoy seguro de que este artículo no será la última palabra sobre la ‘Estrella de Belén’, pero parece ser una valiosa contribución a la astronomía forense”, afirma al mismo sitio Frederick Walter, astrónomo de la Universidad Stony Brook (Estados Unidos).
Referencia:
Mark Matney. The star that stopped: The Star of Bethlehem & the comet of 5 BCE. Journal of the British Astronomical Association, 2025.