Los reflejos brillantes detectados por el radar bajo el polo sur de Marte podrían no ser lagos subterráneos de agua salada líquida como se pensaba, sino depósitos de arcilla congelada, concretamente, silicatos de aluminio hidratados, o minerales de esmectita, según un nuevo estudio publicado en Geophysical Research Letters.

“Hasta la fecha, todos los trabajos anteriores solo podían sugerir la existencia de agujeros en el argumento de los lagos. Somos el primer trabajo que demuestra que otro material es la causa más probable de las observaciones”, dijo el científico planetario Isaac Smith, del Instituto de Ciencias Planetarias y de la Universidad de York, en Canadá.

“Ahora, nuestro trabajo ofrece la primera hipótesis alternativa plausible, y considerablemente más probable, para explicar las observaciones de MARSIS”, agregó.

Un lago subterráneo

Durante décadas, los científicos han sospechado que el agua se esconde debajo de los casquetes polares de Marte, al igual que aquí en la Tierra. En 2020, un equipo de científicos observó algo extraño en los datos recogidos por MARSIS, la sonda de radar acoplada a Mars Express.

Bajo el casquete polar sur de Marte, había una región que reflejaba fuertemente la señal del radar. El equipo descubrió que se trataba de una gran bolsa de agua líquida, un lago subterráneo.

Si estos lagos fueran restos de agua que alguna vez estuvo en la superficie, estos depósitos podrían haber albergado vida alguna vez y podrían seguir haciéndolo, señalaron los científicos en aquel entonces.

Arcillas sólidas, una explicación más sencilla

Sin embargo, según segura Smith, teniendo en cuenta lo que se sabe actualmente sobre el Planeta Rojo y de lo frio que este es, para formar y mantener agua líquida en este punto de Marte puede ser necesaria una cantidad inverosímil de calor y sal.

“Las arcillas sólidas congeladas a temperaturas criogénicas pueden hacer las reflexiones. Nuestro estudio combinó la modelización teórica con las mediciones de laboratorio y las observaciones de teledetección”, dijo.

“Los tres coincidieron en que las esmectitas pueden producir los reflejos y que las esmectitas están presentes en el polo sur de Marte. Es la trifecta: medir las propiedades del material, mostrar que las propiedades del material pueden explicar la observación y demostrar que los materiales están presentes en el lugar de la observación”.

La arcilla esmectita, aclaró, está presente en casi el 50% de la superficie marciana, con una mayor concentración en el hemisferio sur, particularmente en las tierras altas del sur. El rover Curiosity ha examinado los depósitos de esmectita en el antiguo lecho de lago seco que explora.

DW

“Me encanta resolver rompecabezas”

“Entre la comunidad de Marte ha habido escepticismo sobre la interpretación del lago, pero nadie había ofrecido una alternativa realmente plausible”, dijo Smith a Space.com.

“Así que es emocionante poder demostrar que algo más puede explicar las observaciones del radar y demostrar que el material está presente donde tendría que estar. Me encanta resolver rompecabezas, y Marte tiene un número infinito de rompecabezas”.

Respecto a las abundantes pruebas de que hubo agua líquida en el polo sur marciano en épocas pasadas, hace más de 100 millones de años, Smith y su equipo creen que las arcillas de esmectita pueden haberse formado en esa época y haber quedado enterradas bajo el casquete polar sur.

Cualquier pérdida de hielo de la capa de arcilla se repondría a partir del casquete de hielo superior, o del suelo congelado inferior, por lo que permanece hasta hoy, según reporta ScienceAlert.

Los resultados coinciden con los datos de MARSIS

El equipo puso a prueba su hipótesis con muestras de arcilla de calcio-montmorillonita, que se sabe que abunda en Marte, congelándola a 230 Kelvin (alrededor de -43 grados Celsius) y midiendo su permitividad dieléctrica, la propiedad captada por el radar de penetración terrestre. Los resultados coinciden con los datos de MARSIS.

“La ciencia es un proceso, y los científicos siempre trabajan en pro de la verdad”, dijo Smith a Space.com.

En el futuro, “me gustaría repetir las mediciones a temperaturas aún más frías y con un conjunto más diverso de arcillas”, dijo. “Hay otros tipos de arcillas que se encuentran en Marte que sospecho que también pueden producir estos reflejos, y sería bueno hacer un seguimiento con ellas”, agregó.