Eduardo Contreras Villablanca (Chillán, 1964) entrega una quincena de cuentos en casi 130 páginas, escritos entre el año 2004 y el 2021. Son cuentos bien narrados donde prevalece la nostalgia por amores, libertades o sueños perdidos.

Eduardo Contreras, desde el exilio

En 1973, Eduardo Contreras, siendo un niño, parte con su familia al exilio. A Panamá y luego Cuba. Regresará en 1983 para estudiar Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Chile.

Esas circunstancias de vida son fundamentales en los cuentos de Dos gardenias y otros cuentos. Primero porque algunos de ellos se sitúan en Cuba, o tienen como protagonista a un cubano, como el cuento que da nombre al libro.

También por la sensibilidad de Eduardo Contreras para describir situaciones y personajes, culturalmente, tan diversas. O, más bien, en los que el autor logra evidenciar y plasmar de buena forma esa riqueza.

Lee también...

Cuentos de pérdidas y nostalgia

Los cuentos de Contreras tienen, a pesar de estar escritos en un periodo de 17 años, de la diversidad de temas y lugares geográficos, un gran sentido de unidad. Una unidad que tiene relación con la pluma, pero también por ese sentido de pérdida y nostalgia.

Por un lado, están los relatos amorosos. Como el inicio sexual de un chileno exiliado en Cuba, a manos de una compatriota profesora (Guantanamera del sur). O en Dos gardenias, donde un cubano avecindado en Chile recuerda un amor de juventud del que nunca se ha olvidado (y, es más, sigue enamorado). Son recuerdos, de amor y de pérdidas.

Por otro lado, están los cuentos de pérdidas de sueños, de luchas colectivas. Referidos al Estallido Social, la pandemia, el dominio y control del mundo por una sola empresa. El individualismo llevado al extremo, donde las posibilidades colectivas parecen inexistentes. Un divagar entre sueños e idealizaciones a un control y anulación -por parte de la gran empresa, de las fuerzas represivas- casi inevitables, infranqueables.

Finalmente, hay algunos cuentos policiales. Sin héroes, ni antihéroes. Más bien la derrota por parte de la arbitrariedad de la violencia, el sometimiento al más fuerte. Todas formas de aceptar o capitular frente a una sociedad que va por un camino que no se comparte.

Buena pluma

Eduardo Contreras tiene una buena pluma. Al servicio de relatos que atrapan, algunos potentes. Hermosos en su melancolía.

Cuentos que tienen de protagonistas jóvenes, viejos, una mujer e, inclusive, un arma. Ambientados en calores casi insoportables o en el frío santiaguino.

Sin embargo, con toda esa diversidad, esa pluma y el oficio, a pesar de un espíritu a ratos juvenil, adolescente, Dos gardenias y otros cuentos a ratos -y esto es muy subjetivo- se puede hacer sofocante, agobiante incluso, en esa desesperanza. En esos amores y sueños, deseos y belleza, ideales y luchas perdidas. O, más bien, las pocas esperanzas que quedan parecen tan mezquinas frente a todo el resto.

LOM

Dos gardenias y otros cuentos

Eduardo Contreras Villablanca
LOM Ediciones

Santiago de Chile, septiembre de 2023