Este domingo 3 de abril de 2022, 12:00 horas, se celebrarán los 50 años del edificio que alberga al Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).
El edificio tiene una larga y rica historia, como pocos en Chile. Originalmente, la torre (hoy en desuso), era parte de la remodelación San Borja. Un conjunto habitacional que venía desarrollándose desde el gobierno de Eduardo Frei Montalba.
Historia de la UNCTAD III
Felipe Herrera, economista chileno, era director del Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID) en 1971. Él logró convencer al secretario general de las Naciones Unidas para que la Tercera Conferencia para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD III) se realizara en Santiago de Chile.
No era una decisión fácil. Sin embargo, era una gran oportunidad para Salvador Allende y la Unidad Popular de demostrar gobernabilidad, capacidad de gestión y exhibir los grandes cambios que impulsaba.
Para acoger la Conferencia, Chile debía tener la infraestructura necesaria lista para abril del año 1972. Se necesitaban grandes salas de reuniones, sala de plenarios, oficinas, casino, etc.
La infraestructura necesaria requería un programa que, según colegios profesionales, requería de dos o tres años para por construirla. Pero el gobierno sólo contaba con 10 meses.
Una epopeya colectiva
¿Cómo lograr construir esta infraestructura no habiendo nada –ni terreno y, menos, proyecto- en 10 meses?
El gobierno recurrió a la Corporación de Mejoramiento Urbano –CORMU–, del Ministerio de la Vivienda. Creada a mediados de los 60, la CORMU tenía experiencia en gestión, en construir y, muy importante, tenía gran libertad de acción. Era una institución con bastante autonomía que ideaba, formulaba, diseñaba y construía proyectos.
Durante la UP, la CORMU tenía un directorio formado por los arquitectos Jorge Wong (vicepresidente) y Miguel Lawner (Premio Nacional de Arquitectura 2019) y el abogado Fernando Cortéz, estos últimos como directores ejecutivos.
Sin posibilidades de realizar un concurso, fueron convocados arquitectos de la Universidad de Chile y la Universidad Católica de Santiago. Las escuelas más importantes de la época. El equipo fue integrado por los arquitectos Hugo Gaggero, José Medina, Juan Echenique, José Covacevic y Sergio González. Como contraparte, por la CORMU, designaron a Miguel Lawner. Todos destacados arquitectos.
Los tiempos no permitían un trabajo “tradicional”, con el desarrollo de un programa, planteamiento de ideas, desarrollo de éstas y un largo proceso lineal. Se requería trabajo simultáneo, paralelo, en equipos. Integrado. Algo nuevo, con grandes innovaciones.
A lo anterior se sumaron las trabas políticas, en un país y un mundo polarizado. Por la Guerra Fría, por las dos grandes potencias, por los necesarios y profundos cambios que demandaban las sociedades… a través de reformas o de revoluciones.
Esta, de lograrse, sería una epopeya colectiva.

Equipos
El gran desafío a crear equipos específicos. Así, Hugo Gaggero y José Medina estuvieron a cargo de diseñar la placa, tan característica del edificio. Juan Echenique y José Covacevic se hicieron cargo de la torre, en base a fundaciones de la que sería una torre más de la Remodelación San Borja.
Sergio González fue el coordinador entre los equipos. Y el encargado de las relaciones entre los equipos de arquitectos con las empresas proveedoras, la organización de trabajadores de la construcción y las instituciones vinculadas a la obra.
“UNCTAD III ha significado un nuevo estilo de trabajo, un trabajo de equipo, de apoyo mutuo entre técnicos y obreros…», plantearon, entregado el edificio, Sergio González y Rufino Mejías, representante de los trabajadores de la construcción. Fueron 275 días de arduo trabajo de construcción.

Tecnología y capacitaciones
El desafío de la UNCTAD III fue múltiple, diverso. Por un lado, desarrollar un proyecto complejo que obligó a ir resolviendo y modificando directamente en las maquetas y en obra.
También significó capacitar a muchos trabajadores para hacerse cargo de equipos, y coordinar e informar de los avances. No sólo se usaron cartas Gantt.
Se requería más, mucho más. Para ello fue fundamental el ingeniero cibernético inglés Stafford Beer. Un profesional de vanguardia contratado por la Corfo para incorporar tecnología de punta a la gestión del gobierno. Incluyendo, en esa época, computadores.
Según palabras de Stafford Beer, éste planteaba a la gestión jerarquizada y unidireccional (de arriba hacia abajo) una alternativa con un modelo de “independencia colaborativa descentralizada”.
Así, en el proyecto muchos incorporaban información, decisiones, se podían coordinar de mejor forma y se hacían responsables. Se transformaba en un proyecto colectivo.

Arte, Arte y más Arte
El Arte en el edificio de la UNCTAD III da para un libro. Para describir cada una de las decenas de obras que formaron parte de él como de sus creadores.
Baste mencionar “Conjunto escultórico” de Federico Assler (Premio Nacional de Arte 2009), “El árbol de los sueños” de Marta Colvin (Premio Nacional de Arte 1970), “Multitud” de Gracia Barrios (Premio Nacional de Arte 2011), “El cuarto mundo” de Carlos Ortúzar, “Puerta al espacio” de Samuel Román (Premio Nacional de Arte 1964), “Chimenea” de Félix Maruenda, “Volantín”, vitral de Juan Bernal Ponce, la escultura de Ricardo Yrarázaval, “Tercer Mundo” del artista Sergio Castillo (Premio Nacional de Arte 1997), un mural de Eduardo Vilches (Premio Nacional de Arte 2019), el mural “Homenaje a los Trabajos Voluntarios” de Guillermo Núñez (Premio Nacional de Arte 2007), Tapiz Collage (desaparecido) de Lucy Rosas, la gran pintura de Venturelli, las puertas de Juan Egenau, el gran tríptico de Roser Bru (Premio Nacional de Arte 2015). Y obras de Mario Carreño (Premio Nacional 1982), Mario Toral, Germán Arestizabal, Sergio Mallol, Santos Chávez. Y los trabajos de las Bordadoras de Isla Negra y la escultura de mimbre del artesano Alfredo Manzano “Manzanito”. Entre otras…
Un detalle a destacar. A los artistas se les pagó por sus obras lo mismo que se le pagaba a un obrero calificado.

Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral
Terminada la UNCTAD III, la infraestructura se transformó en centro cultural. Su directora fue Irma Cáceres, que debía conciliar distintos anhelos y voluntades en un programa cultural.
Cáceres rechazó instalar ahí el Museo de la Solidaridad (luego MSSA, Museo de la Solidaridad Salvador Allende), porque no quería un museo, sino un espacio popular. Con espacios de encuentro, con asambleas.
Un hito fue la Torre de las mujeres, organismo de capacitación asesorado por el Centro de Estudios de la Realidad Nacional –CEREN– y de profesores de la Universidad Técnica del Estado.

Tiempos oscuros
El 11 de septiembre de 1973 la historia de Chile se fracturó. También la historia de este edificio. Con el Palacio de La Moneda bombardeado e incendiado, la Junta de Gobierno decidió usar la ex sede de la UNCTAD III para instalar el gobierno de la dictadura.
Fueron años negros. Fue el lugar desde donde se decidieron muchas cosas. Desde horrores hasta cosas que permanecen hasta hoy.
Y como en otros ámbitos, se depredaron las obras de arte, muchas de ellas aún desaparecidas. Como anécdota, el Almirante Merino ofrece una entrevista, donde se ve una escultura robada…
A mediados de los 80, cuando el gobierno ya había vuelto a ocupar el Palacio de la Moneda, hubo un atentado con explosivos, frente al edificio. Eso llevó a eliminar los ventanales que daban al antiguo gran casino.

Democracia y cultura
Durante años, ya en democracia, el edificio lo siguieron usando las Fuerzas Armadas. Y como centro de eventos. Luego de muchos años de pugnas, se logró recuperar el edificio para la cultura. Aunque de forma parcial, ya que el mal uso y la nula mantención de la torre de oficinas la volvieron inhabitable.
Así, hace 10 años, empieza una nueva historia. La historia del GAM (Centro Cultural Gabriela Mistral), que lo ha transformado en uno de los más importantes del país.

Celebración y homenajes
Los 50 años del edificio que alberga al Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) se celebrarán este domingo 3 de abril de 2022, a las 12:00 horas, se celebrarán los 50 años del.
En ella participarán Julieta Brodsky, Ministra de la Culturas, las Artes y el Patrimonio, Andrea Gutiérrez, Subsecretaria de las Culturas y las Artes, y Felipe Mella, Director Ejecutivo de GAM.
En el acto se restituirá el tapiz de las bordadoras de Isla Negra, obra desaparecida en dictadura, que vuelve a su hogar 49 años después.
Se realizará un homenaje a las personas que participaron en el diseño y construcción del edificio original: Miguel Lawner, Irma Cáceres, Hugo Gaggero (único arquitecto vivo del proyecto), Eduardo Martínez Bonati (curador de la colección), Marco Silva (obrero).
También se realizará un homenaje a los y las artistas vivos: Eduardo Vilches, Francisco Brugnoli, Paulina Brugnoli, Lucy Rosas, Mario Toral, Patricia Velasco y las cuatro bordadoras de Isla Negra que son Tránsito Díaz, Rosa Inés Ibarra, Purísima Ibarra y Rosa Santander.
En la ocasión se lanzará el proyecto UNCTAD 360º, que permitirá recorrer el edificio con sus obras de arte originales como en 1972.
También se presentará el libro “GAM 10 años”.
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