“The Queen’s Gambit”, o “Gambito de Dama” en Latinoamérica y España, se ha convertido en uno de lo títulos más comentados de Netflix, y no sólo de este año: el 23 de octubre, tras su debut en la plataforma, se convirtió en el mejor estreno de una miniserie en la historia de la compañía de streaming (62 millones de reproducciones en sus primeros 28 días).
Tras la popularidad de la trama -basada en la novela homónima de Walter Tevis-, una pregunta ha rondado entre los espectadores y curiosos alrededor del fenómeno: ¿qué significa un “Gambito de Dama”?
Partiendo de la premisa que no todos los seguidores de la miniserie practican el ajedrez -su gran motor dramático-, la interrogante se justifica por sí misma, ya que hablamos de una de las maniobras más celebres del juego.
Gambito de Dama es un tipo de apertura. ¿Qué es una “apertura”? La primera jugada del duelo, una que puede ser respondida de diversas formas y que da pie a otra infinidad de estrategias de parte del rival.
El manual dicta que la maniobra debe realizarse en 3 movimientos. Para explicarlos, sin embargo, antes hay que dilucidar la nomenclatura del juego, donde los 64 casilleros del tablero son identificados por caracteres únicos de la “A” a la “H” (de izquierda a derecha del lado blanco), y de los números “1” al 8”.
Así las cosas, el primer movimiento del Gambito de Dama puede describirse así: 1.d4 d5 2.c4. En palabras del matutino trasandino Clarín, que dedicó un extenso artículo al tema, “el blanco mueve el peón de la columna de su dama a la cuarta fila (d4), el negro lo enfrenta con su peón dama (d5: va a la quinta fila, porque siempre las filas se cuentan del lado de las blancas) y el blanco responde con su segunda movida, llevando el peón de la columna del alfil dama a la cuarta fila (c4)”.
En resumen, se trata de sacrificar un peón. “Para entender lo que es un gambito, una palabra de origen italiano, hay que pensarlo como una gambeta futbolera“, explicó al diario argentino Enrique Scarella, profesor y coordinador de la Escuela Municipal de Ajedrez de San Martín, además de directivo del Círculo de Ajedrez de Villa Ballester.
“Se sacrifica un peón a cambio de una compensación posicional. Se pierde un peón normalmente para apostar al dominio del centro del tablero, siempre interesante, o para desarrollar otras piezas. Se tiene material de menos, pero todo es a cambio de mejorar tu posición de alguna forma”, agrega.
A modo de contexto, el docente explicó los antecedentes históricos de la estrategia. “El Gambito de Rey es más antiguo porque en las épocas iniciales del ajedrez moderno, que se implantó con Ruy López desde 1590, se preferían los juegos de peón rey. De todas maneras, la apertura con el Gambito de Dama es bastante antigua, porque ya la analizaba Philidor”, contó, en alusión al francés Francois-André Danican, el “mejor ajedrecista del siglo XVIII” y autor “El análisis del juego del ajedrez”.
¿Sería conveniente, de parte del rival, rechazar el peón de sacrificio y optar por otro movimiento en el tablero? Responde el experto: “El ajedrez evolucionó de la mano del pensamiento humano. En los siglos XVI, XVII y XVIII era una obligación aceptar el gambito, porque era como que te desafiaran con un guantazo en la cara. Si no lo aceptabas, eras una gallina”, dijo, a modo de broma.
