Mientras “Caluga o menta” (de Gonzalo Justiniano) era una alarma, aún vigente, sobre la marginalidad sumida en la desesperanza y las drogas, el narcotráfico y el populismo, “Todo por nada” (de Alfredo Lamadrid) muestra la burbuja de la televisión y la publicidad, un mundo ajeno al momento político y social, de una moralina y doble estándar, un machismo, misoginia y abuso sexual que hoy resultan chocantes. Lo anterior mostrado con un candor difícil de explicar y de entender.

El contexto

Período histórico, el NO había ganado el plebiscito en 1988, en 1989 se realizaron las primeras elecciones democráticas desde 1973 en las que ganó Patricio Aylwin, el que asumió la presidencia del país en marzo de 1990. Fue un periodo de mucha efervescencia política y social, de grandes movilizaciones, donde la sociedad estaba expectante frente al futuro.

En Chile, durante los último 16 años casi no se habían realizado películas en el país (“A la sombra del sol”, , “El zapato chino”, “Los deseos concebidos”, “Julio comienza en Julio”, “Sussi”).

“Todo por nada”

En 1989 se estrenó “Todo por nada”, de Alfredo Lamadrid. Es la historia de Alejandra Gutiérrez (Ana María Gazmuri), una joven que, perseverante y sin escrúpulos, lo único que quiere es ser parte del mundo de la televisión y de lo que hoy se llama “la farándula”. No en vano aparecen, entre otros, Javier Miranda, el “Pollo” Fuentes, el “Negro” Piñera, Raquel Argandoña, Antonio Vodanovic y muchos más.

“Todo por nada” (con un pegajoso tema interpretado por el “Pollo” Fuentes que se repite constantemente durante toda la película) es misógina, machista, moralista y muestra el abuso sexual de manera explícita.

“Todo por nada” es una telenovela en formato cine, una película que se podría catalogar de “cine b” y llegar a ser de culto por lo bizarra, por la cantidad de lugares comunes, de escenas obvias, por sus personajes que parecen de “papier maché”. Pero en particular, permite ver cómo era la realidad de hace 30 años respecto al machismo y el abuso normalizado hacia las mujeres.

Pero debo advertir que, para muchos y, en especial, para muchas jóvenes puede resultar chocante, ofensiva, agresiva.

Alejandra Gutiérrez es una promotora de supermercado que sólo quiere ser estrella de televisión y tener su propio programa. Para ello cultiva su cuerpo y no pierde oportunidad para poder lograr una entrada a ese mundo. Así “enamora” o se deja enamorar por un publicista que tratará de tenerla de modelo de una gran campaña de publicidad. Al fracasar ese intento, se involucra sentimentalmente con un importante fotógrafo del ambiente, para seguir con un director de telenovelas, el dueño de la productora de series…

“Todo por nada” (Ana María Gazmuri, Fernando Kliche, Mauricio Pesutic, Gladys del Rio, Patricio Achurra) muestra un mundo de fantasía –sin problemas sociales, totalmente ajeno a la situación política- donde un par de hombres bien intencionados quieren salir de él, pero todos caen en las redes de la ambiciosa Alejandra a pesar que todos saben que ellos están siendo usados… o más bien están abusando del poder que tienen sobre ella, dadas sus expectativas y ambición.

Vista hoy, refleja un mundo de formalidades, muy masculino, donde todas las mujeres son manipuladoras, “brujas” que juegan y abusan de un poder que no se entiende de dónde sacan (salvo si uno acepta el dicho popular que “un par de tetas tira más que una yunta de bueyes”). Mujeres que sólo quieren atrapar un hombre que les de seguridad material y les permita realizarse.

Una cinta que exuda moralina machista.

Se recomienda si se tiene capacidad para ver humor machista, por interés histórico o sociológico. O para entender a algunos especímenes…

“Caluga o menta”

Al año siguiente, se estrenó “Caluga o menta”, dirigida por Gonzalo Justiniano. Ella aborda la historia del Niki, un joven marginal sumido en la droga y la delincuencia. Es una fuerte crítica social, a la falta de oportunidades para jóvenes de los sectores marginados, mostrando la drogadicción y el narcotráfico como al incipiente populismo político (representado por un joven alcalde).

El Niki es un joven marginal que vive, junto a sus amigos, en el ocio –tomando sol en el tierral que queda entre los bloques de vivienda social- esperando una “oportunidad” que surja de vender drogas, algún robo o del trabajo sexual.

En esas andanzas conoce a Manuela (patricia Rivadeneira), una joven de clase alta que busca conocer mundos nuevos, tener experiencias estimulantes que la desafíen.

En síntesis, era lo que se quería ser y una denuncia sobre una realidad oculta que iría creciendo al no abordarse en forma seria.

En “Caluga o menta”, con guión de Gonzalo Justiniano, Gustavo Frías y José Andrés Peña, actúan Mauricio Vega, Patricia Rivadeneira, Aldo Parodi, Luis Alarcón, Myriam Palacios y Luis Cornejo, entre otros.

Una buena película que ha sabido envejecer, que dio luces sobre problemas que se mantienen vigentes y han aumentado, con grandes escenas como la inicial o la “visita” de Aldo Parodi a Luis Alarcón.