Una pareja de sordos debió acudir hasta el Tribunal de Punta Arenas para recuperar a su hijo, recién nacido. Los jóvenes padres acusan discriminación por parte del Hospital Clínico de Magallanes.

En Chile son millones de ciudadanos sordos los que a diario deben lidiar con diversas falencias e ignorancias del sistema, desde no poder desarrollar simples compras en el comercio, hasta ser catalogados como sordomudos, pese a que pueden emitir sonidos. Pero esta pareja, nunca pensó que la discriminación los iba a afectar en un momento único y preciado, como es la llegada del primer hijo.

Según detalló la abuela del lactante, quien realizó la denuncia, el hecho se registró el 8 de mayo, domingo en que muchas mujeres eran celebradas por sus labores maternas, cuando la pareja acudió al centro asistencial para que la embarazada sea sometida a una cesárea de parto prematuro.

Ante el déficit de funcionario de diversas áreas que manejen lengua de señas, la joven pareja de forma premeditada solicitó la presencia de la traductora Luz Hernández, en la sala de parto para que el nacimiento pueda desarrollarse con toda normalidad, medida que fue aceptada por el centro asistencial.

Ese mismo día, los jóvenes se convirtieron en padres, todo salió acorde a lo previsto, y un niño sano llegó al mundo. Sin embargo, al momento de ser dados de alta, el Hospital Clínico de Magallanes les negó a la madre la posibilidad de llevarse a su hijo, ya que -según cuenta la abuela- la condición de discapacidad los imposibilitaba, argumentó la dirección del recinto.

La abuela en tanto, relató que desde ese mismo día comenzaron una lucha en tribunales para poder recuperar al lactante. Hasta este martes, donde luego de un juicio, el organismo determinó que los padres no están imposibilitados de criar a un niño, favoreciendo a la familia con el veredicto y ordenó al hospital a entregar al menor.

Tras el fallo los padres, después de días de angustia, lograron llevarse al bebé de sólo 12 días hasta su hogar, donde le tenían preparada su pieza decorada para cuando fuera su llegada. La abuela en tanto, acusa que la medida del hospital fue discriminatoria, sin fundamento alguno.

Hospital Clínico de Magallanes

Consultada la denuncia, la dirección del Hospital Clínico de Magallanes informó que “la semana pasada en el Centro de la Mujer se atendió a una madre y su recién nacido, con escasas redes de apoyo familiar, contexto social que alertó por la seguridad de la madre y recién nacido. En ese contexto, a través del servicio social del hospital se informó del caso a Senadis dado que la madre presenta disminución auditiva, y a tribunales de familia para seguimiento e incorporación a Programas de cuidado de los infantes”.

Esto, pese a que el parto fue asistido por una traductora de lengua de señas, además de estar presente en la sala de espera, la abuela del bebé.

La dirección del centro asistencial agregó que “aclaramos que se trata de un procedimiento habitual dentro del establecimiento, donde se presentan diariamente casos, donde además de atención de salud se orienta e incorpora a los pacientes a programas sociales”, explicaron.

“Cuando se informó el caso al tribunal de familia, éste fijó una audiencia para revisar el caso y dispuso que el bebé se mantuviera en el hospital hasta la fecha de audiencia por protección. La audiencia fue el pasado martes, y se dispuso que quedara sin efecto la medida debido a la evolución positiva de las redes familiares de la madre, quien retiró a su bebé, el mismo día. Queremos aclarar que la madre se mantuvo en todo momento en contacto con el recién nacido”, finalizaron.