Una veintena de personas llegaron hasta la sede parlamentaria UDI de los hermanos Van Rysselberghe en Concepción, para manifestarse en contra del rol que ha jugado el partido en el proceso de reformas impulsadas por el Gobierno, particularmente, la Reforma Laboral.

En medio de esta concentración, el diputado gremialista Enrique Van Ryselberghe salió raudo de la oficina, siendo interceptado por el grupo, quienes lo insultaron e incluso lo calificaron de “cobarde” por no detenerse a escuchar las críticas, ya que abandonó el lugar sin emitir comentarios.

Acusaron que la oposición sólo impide el avance de estas modificaciones, en desmedro de la clase popular del país.

El dirigente poblacional José Silva afirmó que la actitud del parlamentario es “normal” en los personeros de derecha. “Lamentablemente la UDI, con su afán de proteger sus intereses mezquinos y económicos, hacen lo posible para mantener sus provilegios”, indicó.

“Le quisimos pedir explicaciones (de) por qué en el Congreso mantienen esa postura política de frenar los cambios, pero se negó a poder conversar y se marchó”, puntualizó Silva.

Noelia Fierro, dirigente estudiantil de la Universidad de Concepción señaló que el silencio del parlamentario “no es nada nuevo”, ya que no esperaban que diera la cara. “Sabemos como actúa la derecha y por lo mismo vinimos a hacer una ‘funa’ y un llamado a la derecha (…) que efectivamente está haciendo acuerdos ‘truchos’ detrás de la cara del pueblo y bajo sombras”, dijo.

Ya más tranquilo, y consultado al respecto, Enrique Van Rysselberghe declaró que lamenta “profundamente la ‘tolerancia’ de los que se dicen tolerantes, que hoy día quedó de manifiesto”.

“No tengo nada contra la libertad de expresión, pero no me parece que se deba contaminar (…) con expresiones violentas”, agregó.

Para el diputado UDI, “estos jóvenes han sido contaminados, en sus mentes y en sus corazones, por ideologías de izquierda que consideran la violencia como un medio válido para acceder al poder”.

Aseguró estar disponible para reunirse con quien lo requiera siempre y cuando sea de manera pacifica, sin violencia ni insultos.
Esta manifestación finalizó sin detenidos.