Durante toda la semana, una noticia extremadamente terrorífica ha sido ocultada por los estruendos del terrorismo y del anti terrorismo. Fue nada menos que la respetadísima revista médica Lancet, de Gran Bretaña, la que lanzó el alerta de que se ha detectado la aparición de nuevas cepas de bacterias, amebas e incluso virus, que son resistentes a todos los tratamientos terapéuticos conocidos.

De hecho, la noticia revelaba que el último y más potente de los antibióticos existentes hasta ahora, llamado Colistín, ya ha sido reducido a la impotencia por una bacteria infecciosa que es capaz de afectar a los cerdos y a los seres humanos por igual.

Una investigación sanitaria por inspectores del gobierno chino en criaderos industriales de cerdos llevó al descubrimiento de que la población de bacterias de Escherischia coli en los cerdos se había vuelto resistente a todos los antibióticos, incluso al Colistín.

En el caso específico de estas bacterias, ellas constituyen un gran grupo de variedades que en su mayoría tienen efectos poco peligrosos. Pero algunas de ellas producen graves efectos incluso con hemorragia intestinal y síntomas renales que pueden provocar secuelas e incluso la muerte.

Lo más grave es que se detectó que la capacidad de volverse resistentes a los antibióticos, las bacterias pueden traspasárselas unas a otras, y también de una especie a otra. De hecho, hay evidencias de que estas super bacterias ya están presentes en otros países, especialmente en Malasia y Laos.

El informe de los médicos señala que la multiplicación de microbios resistentes a los antibióticos más potentes se traducirá muy pronto en la aparición de infecciones incurables, y que por ello veremos cómo la gente comenzará a morir por lesiones o enfermedades infecciosas que antes se consideraban leves y sin importancia.

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