La ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, reconoció ayer, tras un recorrido por la zona afectada por el tsunami en Coquimbo, que se aprovechará la experiencia recibida producto del terremoto y también posterior tsunami ocurrido el 27 de febrero del 2010 en el sur del país.

La ministra dijo que en obras como las costaneras de Coquimbo, Tongoy y Los Vilos se aplicarán medidas que contengan elementos de mitigación más claros, al igual que en la línea de los espacios públicos.

Saball indicó que se debe trabajar asumiendo que había una parte “que es construcción, proyección, desarrollo y crecimiento de las ciudades y hay otra parte que es el enfrentamiento de las contingencias, las emergencias y tenemos que tener la facilidad, la ductilidad para pensar en el corto, en el mediano plazo y también en lo que no estaba planificado”.

Lo importante es que de todos estos procesos de emergencia también recogemos lecciones que alimentan las políticas de más largo plazo. Por ejemplo, aprendemos mejoras en las normas constructivas, aprendemos de mejores elementos de planificación territorial, aprendemos del diseño y de la materialidad de las viviendas”, agregó.

Añadió que se debía combinar adecuadamente el saber responder con prontitud a la emergencia, con calidad a la reconstrucción y con perspectiva al desarrollo de políticas públicas que se adecuen a un país que tiene una geografía diversa, donde los riesgos existen. “No los podemos negar, no podemos omitirlos y lo que tenemos que hacer es mitigarlos y enfrentarlos”.

En este punto destacó que a pesar que han tenido varias emergencias este último tiempo, “tenemos que mostrar que en general nuestra infraestructura urbana ha resistido bastante adecuadamente dada la magnitud de los daños. Que la ciudadanía tiene un nivel de conciencia cada vez mayor, que permite que las medidas de evacuación sean eficientes y que los aprendizajes que hemos ido logrando para responder a las emergencias nos hace que cada vez trabajemos con mayor coordinación, mayor potenciamiento de los recursos regionales y de una manera más cercana a las personas”.

Según la ministra Paulina Saball no hay que lamentarse, hay que enfrentar las situaciones y aprender de ellas y hay que trabajar colaborativamente para que los procesos de reconstrucción también sean un aprendizaje respecto de la disponibilidad que todos tienen para ir construyendo un mejor país.

Sobre su experiencia personal en este tipo de desastres dijo que desde que asumió ha estado enfrentando múltiples eventos, como el terremoto en el norte del país, el gran incendio de Valparaíso, el aluvión en Atacama y el tsunami, “pero somos un ministerio con un alto compromiso con la gente, que funcionamos como equipo y que nos motiva de una manera muy profunda el hacer las cosas cada día mejor y ponemos lo mejor de nosotros para actuar en la contingencia y para sacar adelante las tareas estratégicas”.