Depresión, ansiedad y trastornos alimenticios obligaron a Laura Hospes a ser internada en un hospital siquiátrico, donde buscaba recuperarse de todo ello.
Se trata de una joven neerlandesa de 21 años, quien aprovechando su fascinación por la fotografía, quiso retratarse dentro del recinto y ver las emociones que se podían capturar en las instantáneas.
Los resultados fueron inquietantes, pero a la vez atractivos, pues conseguían mostrar tanto para ella como para el resto, las expresiones que muchas veces se esconden o desconocen.
“Al comienzo hice las fotos para mí, para hacer frente a mis emociones y poder enfrentarlas frente a la cámara”, explicó Hospes al diario británico Metro.
Sin embargo al notar que le sirvieron e incluso la hizo sentir menos sola, prefirió compartirlas. “Yo no soy buena hablando de mis sentimientos, así que quise que mis fotos hablaran por mí”, añadió.
La serie de imágenes, que catalogó como UCP-UMCG en referencia al nombre del psiquiátrico donde asistió, apunta a “personas que están en una situación similar” cosa de sentirse “reflejadas” para así animarles “a compartir sus emociones”.
Laura expicó además que sus fotos son en una parte una rebelión a las imágenes que nos bombardean las redes sociales, donde se cuidan muchos detalles para parecer lo más felices posibles.
“Encuentro muy desafortunado que todos muestren sus vidas perfectas en Internet, entonces esto es una pequeña resistencia a la fantasía y especie de mundo falso que nos rodea”, concluyó.
Según informó el Daily Mail, Laura Hospes consiguió hacerse un nombre en la lista de los 50 mejores trabajos del LensCulture Emerging Talent Awards, que la vislumbra como una artista con un futuro prometedor en el área.
