Gonzalo Rojas: “Tribunales acusados”

visitas

¿Se acuerda usted de ese famoso clásico universitario del 2002 en que el árbitro Chandía le aconsejó a un improvisado arquero del equipo de San Carlos, para qué lado tenía que tirarse en un penal que obviamente el mismo Chandía había cobrado? ¿Se acuerda usted de que el jugador cruzado atajó el penal?

Chandía, en esa ocasión, fue juez y parte. Lo increíble, es que no le pasó nada: siguió arbitrando un buen tiempo, como si reconocer de antemano una preferencia no inhabilitara absolutamente para hacer justicia.

    visitas

¿Se acuerda usted de ese famoso clásico universitario del 2002 en que el árbitro Chandía le aconsejó a un improvisado arquero del equipo de San Carlos, para qué lado tenía que tirarse en un penal que obviamente el mismo Chandía había cobrado? ¿Se acuerda usted de que el jugador cruzado atajó el penal?

Chandía, en esa ocasión, fue juez y parte. Lo increíble, es que no le pasó nada: siguió arbitrando un buen tiempo, como si reconocer de antemano una preferencia no inhabilitara absolutamente para hacer justicia.