Un nuevo episodio de contaminación denuncian pescadores de caleta Embarcadero de Quintero, quienes interpusieron este jueves un recurso de protección en contra la empresa Esval.

Ello porque acusan que ésta estaría contaminando con aguas servidas la bahía, producto de la filtración de uno de sus emisarios submarinos que, según pudieron constatar, se encontraría dañado.

Francisco Santibáñez, presidente del Sindicato de Pescadores de Caleta Embarcadero, afirmó que están molestos y cansados en una lucha constante contra la contaminación, que les impide mantener un sustento.

Sobre esta falla, indicó que ha afectado principalmente el área de manejo de la caleta, cuyos productos en las condiciones detectadas podrían ser un riesgo para quienes los consuman.

El hecho se conoció, explicó la biólogia marina, Carolina Alfaro, cuando se realizaba un estudio en el área para determinar los daños causados por el derrame de petróleo ocurrido en septiembre, momento en el que advirtieron que los productos marinos del área de manejo estaban contaminados con coliformes fecales que provenían de uno de los ductos de descarga de agua servida de la sanitaria.

Según explicó el abogado Alejandro Pérez Moldenhauer, quien patrocina la causa, con la acción judicial se pretende que la sanitaria reubique el emisario, que actualmente atraviesa el área de manejo de la caleta Embarcadero, para que no sea un riesgo constante de contaminación de los productos del mar.

Asimismo, anticipó que luego de determinar cuál es el daño patrimonial sufrido las cerca de 110 familias que han resultado afectadas en su fuente laboral, se presentará una querella criminal en contra de la empresa para pedir las indemnizaciones pertinentes.

El subgerente zonal de Esval, Gastón Placencio, respondió a las acusaciones, afirmando, que el emisario submarino de Quintero se encuentra funcionando en condiciones normales y sin presentar ningún tipo de falla. Ello, agrega, consta en un informe de una inspección realizada en noviembre de 2014 donde se realizó una revisión de toda la extensión del ducto de descarga.

Basados en estos antecedentes, Placencio descartó que el origen de la contaminación sea responsabilidad de la sanitaria. Independiente de ello, dijo que se reunieron con los pescadores y comunidad y les manifestaron el compromiso de desarrollar un trabajo conjunto para analizar la situación y la disposición para realizar nuevas mediciones que les den las garantías de que el sistema opera normalmente.

Placencio, dijo finalmente que se efectuarán análisis con la finalidad de detectar posibles descargas clandestinas que pudieran estar afectando la calidad del agua en las cercanías del emisario.