En libertad quedó el único imputado por la muerte del dirigente sindical Juan Pablo Jiménez, el 21 de febrero de 2013, luego de recibir un disparo en la cabeza.

Este viernes el imputado, quien tenía 16 años al momento de su detención llevada a cabo el 31 de marzo de 2013, reconoció haber percutado el arma, lo que más tarde se convirtió en una “bala loca”, dando muerte al dirigente sindical Juan Pablo Jiménez, quien se mantenía en conflicto y en huelga contra la empresa Azeta.

El juez Jorge Sáez, del Duodécimo Juzgado de Garantía de Santiago, otorgó una pena de 540 días de libertad asistida simple, para el menor de edad, lo que ya fue cumplido por el imputado el tiempo que duró la investigación.

Por su parte la viuda de Juan Pablo Jiménez, señaló que el fallo es injusto y no considera la verdad de lo que ocurrió, ya que según dijo, su marido fue asesinado por ser dirigente sindical y aseguró que el lunes apelará para revertir esta resolución en la Corte Suprema y luego a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.