Roberto Bravo, uno de los pianistas más destacados de Chile y Latinoamérica, regresó al Teatro Nescafé de las Artes con el concierto de cierre del ciclo “Bravo Piazzolla”, un homenaje al padre del tango moderno, el fallecido bandoneonista y célebre compositor argentino Astor Piazzolla. Al mismo tiempo, anunció que el domingo 9 de noviembre iniciará un nuevo ciclo, esta vez dedicado al bolero.
En su reciente presentación, la tarde del domingo 19, el afamado artista, fue acompañado por el destacado Cuarteto Piazzolla, integrado por Nelson Arriagada –ganador Altazor 2010 con disco “Pal mundo”, del grupo DeKiruza- en el violonchelo, Rodolfo Jorquera –director en 2008 del festival Valparatango- en el bandoneón, Montserrat Prieto –integrante de la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal- en el violín, y Katy Campos -voz femenina de la Orquesta Típica Malevaje y Mala junta tango- en el canto.
Bravo y sus acompañantes realmente deleitaron a cerca de un millar de sus incondicionales admiradores, en una velada de gratos perfiles, en la que el público disfrutó de éxitos inmortales de Astor Piazzolla, como “Verano porteño”, “Balada para un loco”, “Libertango” y “Adiós Nonino”, y de gran lucimiento, como pasajes de la ópera tango “María de Buenos Aires”, del mismo Piazzolla con libreto de Horacio Ferrer, estrenada en 1965.
Luego de varios “bis” del grupo, el maestro Bravo se quedó solojunto a su piano para anunciar el concierto de boleros del 9 de noviembre junto al grupo “La Flor del Recuerdo”, singular agrupación musical nacida en el 2012 y que integran tres voces y cuatro instrumentistas, tres de ellos miembros de la Orquesta Sinfónica de Chile, Cristóbal González, clarinete, Ricardo Aguilera, corno y Cristián Gutiérrez, violonchelo, quienes dejan por un momento sus instrumentos de trabajo para interpretar música popular, con dos guitarras, al estilo de “Los Panchos”. El nombre del conjunto fue idea de Cristóbal González, inspirado en una conocida canción de Violeta Parra que hacía alusión al “pensamiento”, la hermosa flor cuyos tres colores llaman al “recuerdo”, naciendo así “La Flor del Recuerdo”.
Todo finalizó con Bravo al piano interpretando un breve “medley” con boleros de los compositores mexicanos Armando Manzanero y la recordada María Grever.
