Son pocas las mujeres que han despertado tantas pasiones como Mata-Hari, la más legendaria espía holandesa.

La bailarina llamada, Margarita Zelle, a los 18 años atendió una solicitud de matrimonio en la página de contactos del diario y se casó con Campbell MacLeod, un capitán de 39 años con el que se fue a vivir a Indonesia, en ese entonces colonia holandesa.

Luego de que su matrimonio fracasara y de que uno de sus hijos falleciera, se inventó una identidad y probó suerte en el mundo del espectáculo en París como la bailarina erótica Mata Hari (“ojo del alba”).

Tras esto su fama creció y frecuentó a hombres ricos, políticos y militares que engrosaron su lista de amantes. Entre 1904 y la I Guerra Mundial fue la cortesana más famosa de la época, donde conoció muchos secretos de política.

En el periodo de la I guerra mundial aprovechó su agenda de conocidos en ambos bandos para ofrecer sus servicios a Kraemer, jefe del espionaje alemán. Sus mensajes fueron interceptados por Ladoux, jefe del espionaje francés.

El 13 de febrero de 1917, cuando tenía 41 años, fue arrestada y sometida a juicio, donde se la condenó a muerte acusada de aprovechar sus relaciones íntimas para trabajar como agente de Alemania. El 15 de octubre de ese año fue fusilada, momento en el que se negó a que le vendaran los ojos. Antes de recibir la descarga lanzó un beso a los soldados del pelotón.

Margarita Zelle

Margarita Zelle

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