La creación de una zona desmilitarizada en el este de Ucrania se llevó a cabo este lunes en un contexto de combates, que dejaron el mayor balance de muertos desde la instauración de un tregua a principios de septiembre: cuatro civiles y nueve soldados.

Más de una semana después del cierre de un acuerdo en Minsk entre las partes en conflicto, la paz sigue sin llegar a las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, donde en cinco meses los combates dejaron más de 3.200 muertos y provocaron el éxodo de 600.000 civiles.

“Nueve soldados murieron y 27 resultaron heridos” en las últimas 24 horas, indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Andri Lysenko.

“Los rebeldes intentaron una vez más tomar el aeropuerto de Donetsk” el domingo, dijo Lysenko. “Uno de nuestros vehículos blindados de transporte fue alcanzado, y nuestros paracaidistas sufrieron pérdidas”, agregó.

Los disparos de artillería mataron a cuatro civiles e hirieron a ocho más en Donetsk y en Makiivka, al noroeste de Donetsk.

A pesar de las muertes, la perspectiva de una “congelación” del conflicto con el fin progresivo de los combates parece imponerse día a día, si bien el diálogo entre Kiev y los separatistas sobre el futuro de estas regiones fronterizas con Rusia no comenzó.

En la ciudad de Jarkov (este), los nacionalistas ucranianos desmontaron la gran estatua de Lenin, una de las más imponentes de Ucrania.

Violación de la tregua

Los tiroteos, incluso con armas pesadas, continuaban este lunes en Donetsk y ponían en peligro el retiro del ejército ucraniano y de los rebeldes prorrusos de la línea del frente para crear una zona tampón de 30 kilómetros en total a ambos lados.

Desde la instauración de un alto el fuego el 5 de septiembre pasado, la violencia disminuyó en las regiones separatistas, aunque combates esporádicos provocaron la muerte de al menos 57 militares y civiles, según un recuento de la AFP.

Posteriormente, el 20 de septiembre, Kiev, los rebeldes prorrusos, Moscú y la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) firmaron un memorando en Minsk de varios puntos, entre ellos, la creación de esta zona desmilitarizada.

Para ello, oficiales ucranianos y rusos se encontraron cerca de Donetsk, en zona bajo control ucraniano. Una delegación de 70 militares rusos llegó la semana pasada al este de Ucrania para instar a los separatistas a respetar el algo el fuego.

“Vamos a convencerlos. Es lo más importante”, declaró en la televisión ucraniana el general ruso Alexander Lentsov, número 2 del ejército.

Sin embargo, el ejército ucraniano evocó la existencia de “grupos que no están sometidos a ninguna autoridad, que actúan a su gusto y bombardean” posiciones ucranianas.

En el ámbito político, los prorrusos rechazaron la oferta de Kiev de un “estatus especial” para las regiones separatistas, mientras que el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, prometió de nuevo “hacer todo lo posible para que el conflicto no se arraigue”, pero reconoció que cada civil muerto complica cada vez más el proceso de paz.

En este contexto, el registro de las candidaturas para las elecciones legislativas del 26 de octubre termina este martes. Estos comicios, que buscan renovar el parlamento elegido en 2012, no podrán desarrollarse en las zonas bajo control prorruso.