Cientos de activistas prodemocracia de Hong Kong estaban concentrados este domingo frente a la sede del gobierno local, decididos a obtener más libertades políticas de Pekín mediante una campaña de desobediencia civil cada vez más intensa.

Unas 1.500 personas se congregaron frente a los edificios que albergan la sede del gobierno y del consejo legislativo de Hong Kong, un territorio que disfruta de más libertades que el resto de China.

Después de una semana de manifestaciones estudiantiles, la movilización ha cobrado mayor amplitud con la entrada en juego de Occupy Central, la organización más visible del movimiento prodemocracia.

La principal demanda de estos activistas es que los hongkoneses puedan elegir por sufragio universal al jefe del gobierno local, no necesariamente sometido a las órdenes de Pekín.

El gobierno central anunció en agosto que la próxima elección del líder hongkonés, en 2017, tendrá lugar por sufragio universal, pero que sólo podrán presentarse dos o tres candidatos aprobados por un comité leal a Pekín.

Occupy Central reclama “la retirada” de esta decisión y “una reactivación del proceso de reformas políticas”.

“Exigimos que el gobierno [local] de Leung Chun-ying presente al gobierno central un nuevo informe sobre reformas políticas, que refleje plenamente las aspiraciones a la democracia del pueblo de Hong Kong”, dijo Occupy, que de lo contrario amenaza con intensificar la protesta.

“Nuestro objetivo es poner de rodillas al gobierno”, afirmó uno de los líderes estudiantiles, Wong Hon-leung.

Occupy Central, una coalición dirigida por dos profesores de universidad y un sacerdote, amenazaba con paralizar a partir del 1 de octubre el barrio de negocios Central, emblema del poderío económico de la ex colonia británica.

Pero ante la movilización estudiantil ha decidido mover ficha antes y ha pedido a sus militantes que se unan a la manifestación. El sábado por la noche llegó a haber más de 10.000 manifestantes, según una estimación de la AFP.

Muchos se fueron prometiendo volver después de algunas horas de sueño, pero este domingo la policía impidió a cientos de personas acceder a la zona.

La diputada prodemocracia Claudia Mo declaró que cinco personas fueron detenidas, entre ellas tres de sus colegas del consejo legislativo, por haber intentado llevar altavoces a la manifestación. Previamente, la policía dijo que detuvo a 74 personas.

Durante la noche hubo algunos enfrentamientos entre los activistas y los agentes antidisturbios.

Muchos de los manifestantes estaban equipados con ponchos de plástico y se habían recubierto el rostro con film para guardar alimentos, mientras que otros portaban gafas protectoras, por temor a que la policía utilizara gas pimienta para dispersarlos, como ya ha hecho en otras ocasiones.

En cualquier caso, los manifestantes parecen estar preparándose para una protesta larga. De momento han instalado puestos de primeros auxilios y bidones para la basura reciclable, y estaban distribuyendo gratuitamente ropa de protección, agua y bocadillos.