Los vecinos de Chaitén están preocupados por la millonaria inversión anunciada por el ministerio de Obras Públicas para enrocar el cauce del río Blanco. Los trabajos permitirían habitar nuevamente el sector sur de la ciudad tras la erupción volcánica del año 2008, pero critican la tardanza del anuncio y desconocen si el próximo Gobierno tendrá los recursos para ejecutar el proyecto.

La inversión, que sería financiada por la Subdere, bordearía los 1.900 millones de pesos. Y los análisis topográficos y computacionales en búsqueda de posibles aluviones dieron como resultado una propuesta para construir un doble enrocado al nuevo cauce del río Blanco que dividió a la capital provincial en dos tras la erupción del volcán Chaitén.

Luis Humberto Gallardo, vocero del sector sur, relató a La Radio que cuando el propio director nacional de Obras Hidráulicas, Arnaldo Recabarren, les dio la noticia a los vecinos, éstos aplaudieron y agradecieron el anuncio, pero no pudieron ocultar su preocupación por la fecha en que se hizo éste -a poco más de un mes del cambio de Gobierno-.

Esta preocupación es compartida por José Barrientos, concejal de la comuna, quien comparó este anuncio con otros entregados en los últimos meses, donde destacan la mantención y conservación de caminos interiores aún no materializado y proyectos para la pesca artesanal que están adjudicados pero todavía sin ejecutar.

Con ejemplos como estos, dice, queda la legítima incertidumbre de si existirán los dineros en el próximo Gobierno para concretar la anhelada habilitación residencial del sector sur de Chaitén.

A través de un comunicado y sin referirse a estas inquietudes, la gobernadora de Palena, Clara Lazcano, dio por hecho que la inversión la realizará la Subdere, al igual que el crecimiento habitacional y urbanístico de la capital provincial.

Los chaiteninos esperan que las 210 casas que fueron arrasadas por el caudal del río Blanco en el 2008 puedan ser reconstruídas por el gobierno de Michelle Bachelet, ya que, pese a los estudios realizados, la administración de Sebastián Piñera no fue capaz de acelerar el proceso reconstructivo comprometido en esta zona del país.