El deporte está siendo gravemente afectado por el aumento de las apuestas ilegales y arreglo de partidos, un negocio mundial de miles de millones de dólares, advirtió el pasado martes un foro de las Naciones Unidas que se reúne en Panamá.

“Hay una creciente evidencia de que el deporte está siendo corrompido por el amaño de partidos y las apuestas ilegales”, asegura un informe de la Oficina contra las Drogas y el Crimen de las Naciones Unidas (UNODC) y el Comité Olímpico Internacional (COI).

“El deporte está bajo serias amenazas” por esas actividades ilegales que guardan “vínculos con otras actividades delictivas” relacionadas con “la corrupción, el crimen organizado y el blanqueo de dinero”, asegura el documento.

La advertencia de UNODC se produjo durante la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que se celebra hasta el próximo viernes en la capital panameña.

Según el documento, las apuestas ilegales y el arreglo de partidos “se han convertido en un gran negocio transnacional que vale miles de millones de dólares y ha ensombrecido los resultados de los eventos deportivos”.

Las Naciones Unidas aseguran que el “aumento” del fenómeno puede estar relacionado con las apuestas ‘online’, las cuales “han incrementado el número de gente con un interés económico directo en las competencias deportivas”.

De hecho, según la ONU, cada año se amañan potencialmente 300 partidos de fútbol en Europa.

Además, el año pasado se apostaron 430.000 millones de dólares en todo el mundo y el 80% se hizo mediante operadores ilegales.

Según las Naciones Unidas, el sistema financiero globalizado, incluyendo paraísos fiscales y fondos de inversión, ofrece “numerosas oportunidades a los delincuentes transnacionales de blanquear el producto de estos delitos”.

Durante la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 se arrestaron a 5.000 personas relacionadas con las apuestas deportivas de China, Malasia, Singapur y Tailandia y se incautaron más de 10 millones de dólares.

Según el documento, la legislación de los países “debe establecer las infracciones penales contra el amaño de partidos”, más allá de que los responsables sean sancionados deportivamente con descensos de categoría o con la prohibición para jugar por un número determinado de partidos.

Sin embargo, hay “grandes lagunas” en los sistemas judiciales de la mayoría de países que “dificultan seriamente” los esfuerzos de los organismos encargados de hacer cumplir la ley para combatir este problema a nivel nacional e internacional.