En conversación exclusiva para Radio Bío Bío, el doble ganador del Oscar y quien interpreta en la serie al manipulador Frank Underwood cuenta la forma en que realizó la serie que está revolucionando el mundo de la televisión, y que acaba de recibir nueve nominaciones a los premios Emmy.
por René Naranjo S.
Kevin Spacey habla con voz calmada y segura desde Los Angeles, California. El doble ganador del Oscar (‘Los Sospechosos de Siempre’ y ‘Belleza Americana’) está contento con el éxito global de su primera incursión en la televisión vía Internet a través de la serie ‘House of Cards’, que él protagoniza y produce.
Faltan un par de días para que se anuncien las nominaciones al Emmy 2013 y ya corre la voz en la industria estadounidense: ‘House of Cards’, descarnada historia de intrigas detrás del poder en Washington, presentada en dos ciclos de 13 capítulos cada una, tendrá varias candidaturas (finalmente recibió nueve) y consolidará la TV vía streaming como el nuevo mercado a conquistar por la creación audiovisual.
¿Qué ventajas tuvo para el equipo encanbezado por Kevin Spacey y el reconocido director David Fincher (‘La Red Social’) trabajar en este nuevo formato? El actor asegura que ‘uno de los beneficios de haber firmado este acuerdo con Netflix fue no tener que hacer un piloto. Un piloto es una especie de audición y en particular, Beau Willimon, nuestro escritor jefe, tendría que haber escrito uno o dos episodios de una hora para establecer todos los personajes y crear una especie de arbitrariedad, con ganchos, giros, puntos de conflicto artificiales, etc. Debido a que Netflix tenía tanta fe en David Fincher, en mí mismo y en el concepto de la serie, pudimos comenzar sabiendo que íbamos a contar esta historia en 26 episodios. Estoy muy contento de que Netflix haya sido el primero en crear y transmitir contenido de esta manera; han sido grandes socios, y creo que -en la forma en que han sabido encontrarse con el público- han aprendido una lección que la industria de la música nunca logró aprender: dar a la gente lo que quieren, cuando lo quieren, en la forma que ellos quieren y a un precio razonable’.
¿Qué significan los Premios Emmy para ti?
Algunos de los programas más extraordinarios y algunos de los más grandes actores, directores y escritores han sido honrados por los Emmy, y creo que estaríamos muy honrados (de ser nominados). Sé que hay mucha expectativa sobre este tema y nosotros, que somos los nuevos chicos del barrio, estamos encantados de ser parte de esta conversación.
¿Qué es lo que inicialmente te llamó la atención el papel de Francis Underwood? ¿Tuviste en cuenta la mini-serie inglesa original?
Yo era consciente de la serie original (mini-serie británica del mismo nombre basada en la novela de Lord Dobbs y transmitida por la BBC en 1990) y la vi cuando fue exhibida en los Estados Unidos. Era un programa que mi madre admiraba mucho. Me pareció que estaba terriblemente bien hecho, y que Ian Richardson era absolutamente genial en el papel. Lo que me atrajo no era realmente este papel en sí, sino la idea de reunirme con David Fincher y trabajar con él como actor y director nuevamente. Y fue David (Fincher) quien entonces dijo que los derechos de la serie estaban disponibles y pensamos que podría traducirse en una buena serie estadounidense. Así que ambos fuimos, miramos y luego decidimos que se podía adaptar muy bien, y que el papel de Underwood tenía todo tipo de posibilidades maravillosas. Finalmente nos trajeron a Beau Willimon para escribir los guiones. Pero, en realidad, se trataba de David, de tener la oportunidad de trabajar y reunirse con él.
Tú dijiste que querías trabajar con David Fincher para siempre…
Creo que el trabajo de David habla por sí mismo. Es uno de los directores de actores más notables y también lo es en cuanto a los aspectos técnicos de cómo hacer una película y cómo promoverla. Yo no creo que haya alguien en la industria que se acerque a la clase de habilidades cinematográficas que él tiene. Trabajamos juntos en ‘Los siete pecados capitales’, vi lo que hizo en ‘La red social’, y la experiencia que he tenido con él ahora, es que siempre te empuja y empuja y lo hace con una tremenda buena voluntad y gran sentido del humor. Y sí, yo sería muy feliz de continuar esa relación durante mucho tiempo.
Ese recurso del personaje que habla a la cámara a veces, ¿por qué decidiste utilizarlo?
-Hay que entender que esto no empezó conmigo, ni con Beau Willimon ni con Lord Dobbs, quien escribió la novela original. Se inició con un escritor llamado William Shakespeare. Si nos fijamos en su obra ‘Ricardo III’, que es el personaje en que está basado Underwood, Shakespeare emplea lo que se llama la ‘apelación directa’. Ahí es donde el personaje mira directamente a la audiencia y habla con ellos y les revela las cosas que nadie más en el escenario sabe, y que ese personaje no quiere revelar a nadie más que el público. Eso es exactamente de dónde viene, y eso es exactamente por qué lo hacemos.
¿Cómo abordas el reto de encontrar un equilibrio entre lo demoníaco y el encanto de su personaje?
-Bueno, yo no hago ese tipo de juicios. Mi trabajo es interpretar el papel y dejar que las fichas caigan donde sea, para que el espectador pueda llegar a formarse un juicio o una evaluación del tipo de personaje que es esta persona. Si alguien como Frank es mirado desde el exterior, puede parecer un personaje muy diabólico. Pero al mismo tiempo, es un político muy eficaz. Cuando interpreté a Ricardo III, fue una experiencia muy notable descubrir cómo una audiencia captó ese aspecto de la “apelación directa’, que Underwood mantiene también en términos de su propia relación con el personaje. Así que aprendí mucho de esa experiencia con esa dinámica entre una audiencia y un personaje que le comparte sus pensamientos privados.
Cómo productor ejecutivo y actor principal, ¿cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaste frente al rodaje de la primera temporada?
-Yo nunca había hecho una serie antes. Nunca había trabajado en un proyecto único durante 155 días. Aprendí mucho acerca de la energía que requiere, dfel enfoque que requiere. En cuanto a mi papel como productor, tiendo a no llevarlo al set. Cualquier problema que tengo, todas las preguntas que tengo sobre el guión o la forma en que algo está pasando, o cualquier asunto con el que podría tener que lidiar en privado, lo mantengo lejos del set, porque cuando estoy ahí sólo estoy como actor.
Quiero saber si la Internet te ha dado la misma exposición que una serie de televisión o incluso una película. ¿Cómo se puede medir el éxito de la serie?
-Netflix existe en 40 países de todo el mundo y, gracias al éxito de ‘House of Cards’, han superado a HBO en suscriptores en los Estados Unidos. Por lo tanto, creo que no hay duda de que cualquiera sea la herramienta que se use para medirlo, esta ha sido una empresa muy exitosa. Este ha sido el programa más visto en la historia de Netflix y la mejor prueba de ello es que en la calle me la han comentado personas de todas las edades. He tenido gente de 17,19, 20, 21 años que me habla de la serie tanto como las personas de más de 60. Por lo tanto, estoy encantado de que la gente esté disfrutando de lo que hemos producido hasta ahora, y para mí, eso es una buena medida del éxito.
¿Cómo este modelo de distribución vía internet afecta a la creación del personaje?
-No creo que la forma en que algo es distribuido tenga algo que ver con la forma en que fue creado. En este caso, excepcionalmente, no fuimos obligados a hacer ningún piloto para vender la serie. Tampoco tuvimos que establecer todos los personajes en el primer capitulo sino que nos permitimos ir desarrollando la historia en 26 capítulos. Yo no hago diferencia si estoy frente a una cámara de TV, de internet o de cine, para mí es sólo una cámara y creo que uno puede hacer un gran trabajo ante cualquier cámara. Cómo se distribuye luego ese trabajo no es algo que me preocupe.
¿Cuáles son los habitos que la serie está cambiando, a la hora de mirar TV?
He hablado con personas que me han dicho que han visto los 13 capitulos en una sola jornada; con otras que vieron los tres primeros y luego van a ver otros tres más adelante y luego otros tres más tarde. Me parece que a la gente le damos da la libertad para ver la serie de acuerdo a sus propios calendarios y sus propias vidas, y creo que los días en que el público esperaba el programa de las ocho de la noche los días lunes ya terminaron.
Tú hablas de la serie House of Cards, Breaking Bad, o Mad Men, ¿estás de acuerdo en que hoy en día las series son más interesantes que las películas de Hollywood?
Me hace mucho sentido que, cuando el terreno ya no es fértil para contar historias con sentido dramático y buenos personajes, los mejores guionistas, directores, actores y narradores se hayan ido primero, a la televisión y, luego, a la internet. Es una consecuencia de que el sistema de los grandes estudios haya cambiado sus prioridades y esté volcado a hacer vez mas solamente películas de acción de gran espectáculo, con héroes de cómic. Lo que a mí me gusta es poder decir que el público que busca buenos dramas y personaje nos ha seguido. Estas son historias que no se podrían contar en una película de dos horas. Y es evidente que las audiencias están en sintonía con este nuevo modelo, que están emocionados por ello, y les encanta la libertad de ver la serie cuando y cómo quiera verla.
¿Crees que mostrar el lado oscuro de los políticos puede influir en las protestas contra la corrupción que se desarrollan actualmente en países como Brasil y Turquía?
-No sé si este tipo de programas tiene alguna influencia en las protestas sociales, pero sí creo que la protesta política es importante y valiosa, y debe ser permitida. Como hemos visto en el pasado, muchas veces éstas llevan a la revolución y a nuevos liderazgos, siempre son provocados por un individuo o un grupo que se junta para decir ‘basta, ya es demasiado’. Es así que en años anteriores hemos visto muy notables levantamientos contra la corrupción y el totalitarismo y sospecho que eso continuará mas allá de lo que nosotros podamos mostrar en una producción dramática.
Revisa el trailer de “House of Cards”
http://www.youtube.com/watch?v=SseGZNMujXs&