Las autoridades británicas conminaron el viernes a Google a destruir en un plazo de 35 días informaciones privadas obtenidas a través de su servicio de cartografía Street View, amenazándolo con un proceso.

La “Information Commissioner Office” (ICO), el organismo público encargado de la protección de los datos personales en el Reino Unido, llamó al grupo a destruir cuatro discos duros que contienen informaciones obtenidas en redes wi-fi no protegidas.

Street View, lanzado en 2007, suministra imágenes panorámicas en tres dimensiones de las calles, lo que permite a los usuarios desplazarse en ellas virtualmente. Sin embargo, este servicio desencadenó en 2009 y 2010 una serie de polémicas en varios países.

En 2010, Google había reconocido que los automóviles que recorrían las calles por su cuenta, además de sacar fotos, habían reunido por inadvertencia datos personales transmitidos por wi-fi, como códigos y mensajes electrónicos.

Se iniciaron procedimientos en varios países para que el grupo destruyera esos datos. Pero en 2012, el gigante de Internet indicó que había descubierto la existencia de datos que no habían sido destruidos.

El ICO no impuso una multa a Google, pero le advirtió que si no suprime esas informaciones en 35 días, corre el riesgo de ser demandado por “ultraje a la justicia”.

“Los comienzos de Google Street View son un ejemplo de lo que puede suceder cuando los grupos de tecnología descuidan el hecho de que sus productos utilizan informaciones personales”, declaró Stephen Eckersley, un responsable de ICO.

“Hemos recibido la orden esta mañana y vamos a continuar nuestro programa de destrucción de esos datos”, declaró un portavoz de Google.

Estas informaciones obtenidas a través de Street View hicieron que Google fuera objeto de multas en Alemania y Estados Unidos. La compañía aceptó en marzo pagar 7 millones de dólares, en el marco de un acuerdo amistoso con 38 Estados norteamericanos.