Comenzó el juicio en contra del hombre de 22 años acusado de violar a una madre y a su hija, al ingresar mediante engaños al departamento de ellas, en Michaihue, San Pedro de la Paz. La defensa del imputado sostiene que no existe evidencia biológica de los ultrajes.

Durante esta jornada, el fiscal Alejandro Alí reiteró en la narración de los hechos frente al tribunal, compuesto por tres juezas, que Marco Ariel Méndez López, de 22 años, entró al departamento de sus vecinas, en Michaihue, la madrugada del sábado 5 de noviembre del año pasado, haciéndoles creer que lo perseguían.

Una vez dentro, amenazó con un cuchillo a la mujer de 34 años y a la hija, de 16, atándolas y consumando las violaciones, con otros dos menores dentro del inmueble. Tanto fue el impacto emocional en las víctimas, que dejaron no sólo el barrio, sino también la región del Bío Bío, destacó el fiscal, quien solicita 30 años de cárcel para el imputado, 20 por el robo y violación de la mujer adulta y 10 por el ultraje de la menor.

La abogado Deysi Salinas pertenece a la ONG Cedeij, Centro de Defensa Infanto Juvenil, dependiente del Sename, y es querellante en defensa de la menor violada, delito por el cual solicita 15 años, 5 más que el ministerio público. Resaltó que la niña fue ultrajada en tres ocasiones, incluso frente a la mirada de la madre, quien estaba amarrada por el delincuente.

El abogado que defiende al imputado, Claudio Villegas, no discutió el robo, pero sí las violaciones, asegurando que los peritajes biológicos no encontraron muestras del imputado en las víctimas y en éstas tampoco fueron constatadas heridas propias de un delito violento.

Marco Méndez cometió los delitos dos semanas después de abandonar la cárcel El Manzano donde cumplió condena por robo y tras ultrajar a las mujeres desapareció, siendo detenido en Curicó, quince días después, por otro robo con violencia.

Pedro Cid (RBB)

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