Los posibles riesgos de inflación que reflejan los indicadores internos, así como los de desaceleración, que fueron mayor a la esperado producto del escenario económico internacional, evaluaron los economistas del Grupo de Política Monetaria (GPM) y concluyeron que es recomendable mantener la Tasa de Política Monetaria en su nivel actual en 5%, sin sesgo al alza ni a la baja.

Respecto a la inflación de septiembre, señalaron que fue mayor a lo esperada, debido que subió de 0,6% a 0,8%. A juicio del GPM, “en este incremento influyeron las alzas de los alimentos, bebidas no alcohólicas y el transporte”.

El GPM explicó que la inflación medida por la variación del IPC de los últimos 12 meses, se sitúa en 2,8% y que, al proyectarla, “las expectativas tanto a 11 meses plazo como a 23, están ancladas en 3.0%, con un ligero sesgo a la baja”.

Asimismo, sobre el índice de remuneraciones, los expertos indicaron que en octubre crecieron en 0,5%, y que el costo de la mano de obra se elevó en 0,6%.

En relación a la actividad económica, el GPM aseguró que “sigue creciendo a buen ritmo, especialmente, en el contexto de la delicada situación internacional”.

Sobre los tipos de cambio nominal y real, precisaron que “el nominal cerró septiembre en un nivel de $474.97 por dólar y que permanece en octubre la tendencia a la baja”.

El GPM se refirió también al entorno económico internacional que enfrenta Europa, el que a su juicio “está marcado por la situación especial que vive España, que finalmente pedirá acceso a los fondos de ayuda de la Unión Europea, lo que le permitirá acceder a los programas de compra de deuda por parte del Banco Central Europeo”.