La oposición entregará sus propios cómputos el día de las elecciones municipales porque temen que el gobierno retrase la entrega de resultados y se resista a reconocer una derrota.

A menos de dos semanas del enfrentamiento en las urnas, en la Concertación persiste el temor -expresado a fines de septiembre por el experto electoral del Partido Socialista, Mahmud Aleuy- a una maniobra del nivel central para retrasar la entrega de los cómputos el 28 de octubre, ante una eventual derrota.

El dirigente señaló en esa oportunidad que podría repetirse lo sucedido con la dictadura para el plebiscito de 1988.

Tras una reunión de los encagados electorales y secretarios generales de los partidos opositores, en la que participó Aleuy; el secretario general del PPD, Gonzalo Navarrete, dijo que entregarán sus propios resultados, en base a la información de la red de apoderados en todas las mesas del país.

Además, confirmó que mantienen la decisión de no asistir al centro de cómputos oficial que el Gobierno instalará en el Movistar Arena del Parque O’Higgins.

Agregó que los resultados se procesarán en la sede del Partido Socialista, para difundirlos sin esperar a que el Gobierno proporcione las cifras oficiales.

Respeto a lo anterior, Navarrete estimó que La Moneda entregará primero los resultados de las elecciones de concejales, en la que a su juicio se medirá qué sector gana las municipales -probablemente- después de las 10 y media de la noche.

El diputado de la UDI, Gustavo Hasbún, consideró irresponsable la decisión del bloque opositor de proporcionar sus propios cómputos el día de las elecciones municipales.

Además, el gremialista cuestionó que la Concertación tienda un manto de dudas sobre los procedimientos de las instituciones públicas encargadas de llevar los resultados oficiales del proceso electoral.

Para finalizar, dijo que hacer un símil con lo ocurrido en el plebiscito de 1988 es una irresponsabilidad política que –a su juicio- sólo se explica por la desesperación de algunos sectores del bloque opositor.