En un terreno de 5.000 metros cuadrados, donado por Bienes Nacionales, se inició la construcción de la futura sede ruka de diez comunidades indígenas de Coñaripe, en la comuna de Panguipulli.

La infraestructura, que en su diseño incluye elementos propios de la cultura mapuche, no solo permitirá efectuar reuniones, sino que también será un punto de ventas para productos tales como textiles, platerías, tallados, orfebrería y gastronomía tradicional.

El proyecto, elaborado mediante el Programa Orígenes BID- CONADI, tiene un costo total de $22.132.000 y beneficia alrededor de 400 familias indígenas de zonas rurales de Coñaripe. Además, la mano de obra que participa en la construcción está integrada solo por trabajadores del propio sector.

Los miembros de la Mesa de Planificación Local (MPL) de Coñaripe, instancia que agrupa formalmente a nueve comunidades indígenas, organizaron una ceremonia para bendecir las obras y colocar la primera piedra de la sede ruka.

En dicha actividad, el coordinador regional del Programa Orígenes, Raimundo Heredia Vargas, destacó el objetivo de la sede ruka, pues demuestra un espíritu asociativo y de colaboración entre comunidades de un mismo territorio.

“Esta iniciativa, cuando esté finalizada, será un gran espacio de encuentro para las comunidades, pues es un logro en el cual todos aportaron y se esforzaron pensando en el bien común. También, permitirá generar un punto de apoyo fundamental para quienes deseen comercializar sus productos y emprender nuevos desafíos, sin perder sus rasgos identitarios como mapuche, aspecto esencial que el Gobierno busca resguardar en los pueblos indígenas”, expresó Heredia.

Por su parte, el presidente de la MPL de Coñaripe, José Caripán Nancopichun, señaló que “construir esta obra era un anhelo de varios años y que gracias al Programa Orígenes hoy lo estamos concretando. La ruka nos servirá para mantener nuestras reuniones de comunidades, porque queremos seguir trabajando de forma conjunta como Mesa; también ayudará a las familias mapuches que deseen vender sus productos y que antes no tenían un lugar adecuado donde hacerlo.”

Asimismo, el dirigente destacó que las instalaciones permitirán alojar a las personas que viven en los campos y que deben pagar hospedaje en Coñaripe para viajar de madrugada a otras localidades por asuntos médicos o de estudio, y en ese sentido esta iniciativa presenta un componente de apoyo social.

Finalmente, cabe señalar que en la construcción de la sede ruka están involucradas las comunidades indígenas Juan Catrilaf de Llancahue, Lingoico, El Roble, Juan Caripan, Nepu, Rayen Mapu de Coñaripe Alto, Piren Mapu, Manuel Marifilo, y Ramon Chincolef, a la cual se sumó Carlos Antimilla.