La exposición Lonquén, del artista chileno y Premio Nacional de Artes (2003), es un proyecto que repone una de las obras más emblemáticas y significativas para el arte contemporáneo chileno y latinoamericano. Originalmente titulada Lonquén 10 años y exhibida en la Galería Ojo de Buey en Santiago en 1989, esta obra fue posteriormente exhibida en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid en la exposición F(r)icciones: Visiones del Sur (2001).

Lonquén hace referencia directa a la localidad del mismo nombre de la Región Metropolitana de Santiago, conocida ampliamente por el llamado Caso Lonquén, el cual corresponde al primer caso de violaciones a los derechos humanos donde se articula con claridad el concepto de Detenido Desaparecido durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El caso Lonquén describe el magnicidio de 15 campesinos, cuyas edades fluctuaban entre los 17 y los 51 años, todos trabajadores de los fundos y parcelas locales, quienes fueron fusilados y posteriormente quemados en el interior de los antiguos hornos de una mina de cal. El crimen fue cometido por carabineros de la tenencia de Isla de Maipo en los días posteriores al Golpe de Estado de 1973.

En 1978 y producto de una confesión hecha a un sacerdote del arzobispado de Santiago, los hechos son conocidos y corroborados por periodistas, juristas, políticos y sacerdotes quienes rápidamente ponen en conocimiento al poder judicial, el que conoce y condena el primer caso sobre violaciones a los derechos humanos por los crímenes de la dictadura.

A más de treinta años de los crímenes de Lonquén y a veintidos de la primera exhibición de la obra, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos invitó a Gonzalo Díaz.

Reponer Lonquén en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos implica necesariamente revisar el valor ilustrativo que pudiera tener la obra en relación al propósito del museo. Sin embargo, la obra pretende ir más allá y plantear con insistencia y con fuerza la gran deuda que en Chile existe sobre el estatus moral de la noción de Detenido Desaparecido.

Hay en palabras de Gonzalo Díaz un espacio que “oblitera el momento terrorífico y eterno de la tortura, momento interminable que se ubica precisamente en el hueco que dejan esas palabras”. Por lo mismo, la reposición de Lonquén no tiene el objetivo de constituirse en un objeto con un estricto y estático valor histórico, por el contrario, la esencia de esta obra es su carácter extra temporal, es decir, de hablar de la historia sin tener que soportar el peso de la ubicación temporal.

En este plano, Lonquén en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos apuesta a reponer el debate sobre el fin de la transición política, a dar mayor especificidad a la defensa de los DD.HH. en Chile y sobre todo a reflexionar sobre quienes siguen esperando conocer el paradero de sus familiares detenidos desaparecidos.

Lonquén permitirá ver y experienciar con mayor precisión, por un lado, la permanente vinculación entre arte y política y, por otro, redescubrir el valor simbólico que representa la obra para la realidad contemporánea chilena, especialmente en el terreno de la defensa de los derechos humanos.

La obra será expuesta en el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos, ubicado en Matucana 501, Metro Quinta Normal de Santiago de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.

Lonquén

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