Se acerca una nueva elección, ese ritual que se repite periódicamente y que repleta nuestras calles de palomas, jingle de campaña sonando en la radio, volantes lanzados al viento con una buena foto del candidato de turno, etcétera; cosa a la que ya estamos acostumbrados y posiblemente hastiados.

Las empresas de marketing de trayectoria y otras creadas para la ocasión se encuentran trabajando a toda máquina. Desde el momento en que las campañas se modernizaron, el candidato se volvió repentinamente parecido a un producto que debe ser “vendido” como si fuese una Coca-Cola, tal como lo reconocen dirigentes políticos consultados para esta nota.

Como se desprende de lo expuesto -y muchas otros ítem más que se quedan fuera- el gasto en todo esto puede ser considerable, hecho por lo que el financiamiento es fundamental y puede provenir de:

-Propio: donde el candidato se endeuda o invierte parte de su patrimonio.

-Externo: siempre existen financistas dispuestos a “colaborar con la causa” o invertir en candidatos de acuerdo a alguna finalidad específica.

-Partidos Políticos: buscan colaborar en la campaña de alguno de sus militantes. Este medio por lo general suele entregar una cantidad reducida de dinero.

-Financiamiento Estatal: de acuerdo a la ley No 19.884 existe un mecanismo a través del cual el Fisco entrega dinero a los candidatos, esto al inscribir la lista (anticipo) y en una proporción en UF, una vez contabilizados los votos totales obtenidos por el candidato al finalizar la elección.

Justamente esto último es lo que se encuentra consagrado en la citada ley, publicada el 7 de octubre de 2003 titulada “Transparencia, límite y control de gasto electoral”. Según prensa de la época, esta tuvo su origen en la necesidad de candidatos independientes de contar con un financiamiento mínimo, esto frente a grandes colectividades políticas con una maquinaria electoral ya experimentada y con suficiente financiamiento.

El resultado sin embargo, ha probado ser muy diferente…

¿Qué pasó en la práctica?

Para nadie es un misterio que la política en nuestro país está concentrada en dos grandes bloques, los que como verdaderos “colosos del poder” disputan entre ellos los cupos a repartir, claro… con excepciones importantes, pero que no pasan de eso.

Siguiendo esta lógica, irónicamente son los partidos denominados “grandes” los que concentran la mayor cantidad de aportes Fiscales, mientras que los beneficiarios que inspiraron la ley terminan por recibir montos marginales. Así, en la práctica no tenemos candidatos independientes con un financiamiento significativo, a fin de que puedan competir en igualdad de condiciones con las grandes colectividades y sus maquinarias.

Al respecto la coordinadora del Partido Humanista en el Bío-Bío, Loreto Muñoz, expresó que luego de puesta en marcha la ley su situación siguió siendo similar, enfrentándose a campañas en las que muchos intentan vender “productos vacíos, sólo de imagen”, mientras que ellos deben apelar a un gran trabajo en terreno, maximizando los recursos y llevando el debate al plano de las propuestas e ideas.

En el mismo sentido, afirmó que ellos apelan a cambiar la ley que crea estos grandes conglomerados, labor que debe ser estudiada por órganos distintos de los actuales pues los Congresistas que trabajan en la elaboración de estas leyes son “juez y parte” en algo que le incumbe directamente, siendo evidentes sus consecuencias.

Finalmente revisemos cifras de las Municipales de 2008*:

-”Por un Chile Limpio” obtuvo un 4% en Alcaldes y 7,56% en Concejales, recibiendo de reembolso estatal la suma de $115 millones por los primeros y $226 millones por los segundos.

-”La Fuerza del Norte” obtuvo 0,40% votos en Alcaldes y 0,58% en Concejales, recibiendo de reembolso estatal la suma de $11 millones por los primeros y $17 millones por los segundos.

-”Juntos Podemos Más” obtuvo 6,33% votos en Alcaldes y 9,12% en Concejales, recibiendo de reembolso estatal la suma de $183 millones por los primeros y $273 millones por los segundos.

-”Independientes” obtuvieron 10,17% votos en Alcaldes y 1,56% en Concejales, recibiendo de reembolso estatal la suma de $294 millones por los primeros y $4 millones por los segundos.

Mientras que:
-”Alianza por Chile” obtuvo 40,66% votos en Alcaldes y 36,05% en Concejales, recibiendo de reembolso estatal la suma de $1.177 millones por los primeros y $1.079 millones por los segundos.

-”Concertación” obtuvo 38,43% de votos en Alcaldes y 45,13% en Concejales, recibiendo de reembolso estatal de la suma de $1.112 millones por los primeros y $1.351 millones por los segundos.

*Información proporcionada por el Servel.

Las cifras hablan por sí solas. Ahora ¿qué opina usted respecto de esta situación?