La competencia en los Oscar está entre “Hugo” y “The Artist”, dos películas sobre películas: por azar o no tanto, Hollywood se celebra a sí mismo gracias a la “dosis extra de seducción” que tiene el cine sobre el séptimo arte para los propios cinéfilos de la Academia.

Ambas “meta-películas” comparten además una curiosa coincidencia: la estadounidense “Hugo” honra los albores del cine en Francia y la francesa “The Artist” es un tributo a la edad de oro de Hollywood.

Y luego de que ambos homenajes cruzaran el Alántico en su canto de amor al cine, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas las cobijó con 11 nominaciones para “Hugo” y diez para “The Artist”, entre ellas mejor película y mejor director, lo que fija una cerrada competencia entre ambas cintas.

Además se coló “My Week With Marilyn”, otro intento de resucitar a la diva por excelencia de Hollywood, Marilyn Monroe, protagonizado por Michelle Williams y que buscará dos trofeos.

En la nominación a los premios que se entregan el domingo pasó “lo que sucede cuando en béisbol se aplica la regla conocida como ‘The tie goes to the runner’ (en caso de duda, se premia el ataque)”, dijo a AFP Brent Simon, presidente de la asociación de críticos de cine de Los Ángeles.

“Significa que, estando todas las partes en igualdad de condiciones, las que proveen un mayor sentimiento de estímulo, que le recuerden a los críticos/espectadores/votantes la majestuosidad, la historia y la importancia de su arte preferido, tendrán para ellos una dosis extra de seducción”, explicó.

O sea, “es más fácil celebrar filmes de autocelebración, por decirlo de alguna forma”, agregó el crítico.

Tanto “Hugo”, de Martin Scorsese, como “The Artist”, del francés Michel Hazanavicius, son una mirada nostálgica y romántica a la historia del cine. Y las dos son evidentemente un trabajo muy personal de ambos directores.

La primera, traducida como “La invención de Hugo Cabret”, está hecha con los recursos más modernos -es la primera vez que el director estadounidense explora el 3D- para relatar el encuentro de un huérfano con el pionero del cine George Melies en los años 1930.

En tanto “El Artista” es una película muda y en blanco y negro sobre las películas mudas y en blanco y negro: se desarrolla a fines de los años 1920 en Hollywood y relata las melodramáticas consecuencias que tiene para una estrella del cine mudo la transición al sonoro.

La cinta de Scorsese, con la estrella de “Borat” Sacha Baron Cohen en el papel de un torpe inspector de una estación de tren, no ha tenido la respuesta que sus productores seguramente esperaban: tras un presupuesto de 170 millones de dólares, ha recaudado mundialmente unos 100 millones.

Y, al contrario, la mucho más económica “The Artist” ha recaudado 57 millones tras una inversión de 12 millones.

Además, la mirada nostálgica de ambas hace resonar una cuerda muy sensible en el Hollywood actual, que tiene que lidiar con la globalización de su industria.

“La producción se ha ido de Los Ángeles hacia climas más cálidos con menos impuestos”, escribió Franich. “Las películas de alto prespuesto se filman frente a un fondo verde y la vida de las estrellas recuerdan al ejecutivo que interpretó George Clooney en ‘Up in The Air’”.

“Hugo” y “The Artist” compiten, entonces, no sólo por el Oscar sino por cuál de las dos toca más hondo a unos votantes que han sido testigos “del declive económico y artístico del Hollywood que una vez conocieron”, dijo el crítico.

Para Jason Squire, profesor de la escuela de cine de la Universidad del Sur de California, el fenómeno es tanto más raro cuanto que “la industria por lo general rehúye a hacer películas sobre hacer películas”, si bien hay notables excepciones como “The Aviator”, “Chaplin”, “Purple Rose of Cairo”, “8 1/2″ e incluso “Ed Wood”.

Y este año la mayor coincidencia es que están en carrera dos películas sobre la historia del cine, agregó el profesor a la AFP. “Eso nunca había ocurrido. Nunca”.