El ex director del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn pasaba el miércoles su segundo día en detención con motivo de una investigación en Lille (norte de Francia) sobre un caso de proxenetismo, al cabo de la cual los jueces decidirán eventuales procedimientos judiciales contra él.

Los tres jueces de instrucción a cargo de la causa le notificaron el martes por la noche la prolongación de su detención para la investigación por sospechas de “complicidad de proxenetismo agravado en banda organizada” y “ocultamiento de abuso de bienes sociales”.

Su detención puede durar hasta el jueves por la mañana, pero se espera que termine el miércoles por la noche, según una fuente cercana al caso.

El nombre de Strauss-Kahn, de 62 años de edad, fue citado hace varios meses en el marco de este caso en el que están implicados empresarios y policías. Es sospechoso de haber participado en fiestas libertinas con prostitutas organizadas por empresarios.

Al final de su detención provisional, podría ser inculpado, si los jueces consideran que hay “indicios graves y concordantes” contra él. Podría también ser citado como testigo asistido, o simplemente liberado sin cargos.

Los jueces tienen asimismo la posibilidad de convocarlo posteriormente.

Los cargos de “complicidad de proxenetismo agravado en banda organizada” y de “ocultamiento de abuso de bienes sociales” son pasibles de penas de 20 años y 5 años de prisión respectivamente.

Los jueces tratan de establecer, sobre todo, si el ex jefe del FMI sabía que las participantes en las fiestas eran prostitutas.

Según una fuente cercana a la investigación, él sostuvo durante su detención que no podía ni imaginar que las mujeres en cuestión fueran prostitutas, dado que algunas de ellas “le fueron presentadas por responsables de la policía”.

Ocho personas han sido ya inculpadas en este caso, desencadenado por acusaciones de que directivos del hotel Carlton de Lille ponían a sus clientes en contacto con prostitutas durante sus estadías en el establecimiento. Entre los inculpados figuran tres directivos del Carlton, un abogado y un oficial de policía.