La organización internacional Greenpeace solicitó a las autoridades mexicanas garantizar con muestreos de agua y suelos que un derrame de petróleo ocurrido hace unas tres semanas no afectó un río al este del país.

“Sólo con estudios de agua, suelo y de impactos al medio ambiente, y no con declaraciones apresuradas, será posible determinar el grado de contaminación a lo largo de 12 km del río Coatzacoalcos, producto de un derrame de crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Cosoleacaque, Veracruz (este)”, señaló Greenpeace.

Funcionarios del gobierno mexicano que visitaron la zona aseguraron el martes que el 97% de los cerca 1.500 barriles de petróleo que se derramaron en el río ya habían sido recuperados.

El vertido se inició el 31 de diciembre, luego de que desconocidos ingresaron a instalaciones locales de Pemex, perforaron el oleducto y dejaron que el crudo corriera hacia el río.

“Retirar el hidrocarburo es sólo una parte del proceso”, dijo en un comunicado Beatriz Olivera, coordinadora de campaña de energía de Greenpeace, para agregar que deben seguir estudios en agua y suelos para evaluar el grado de contaminación.

Datos oficiales reconocieron que el derrame afectó un área de 30.000 metros cuadrados de suelo natural con vegetación y unos nueve kilómetros del río Coatzacoalcos, uno de los más caudalosos de México, pero también de los más contaminados.