El padre de la peruana Erika Soria, de 25 años, desaparecida en el naufragio el viernes del crucero “Costa Concordia”, pidió este miércoles desde la isla italiana del Giglio, que el responsable del siniestro “no quede impune por lo que ha hecho”.

“Pueden ocurrir accidentes, una avería, quebrarse el motor. Pero en este caso no fue así. Naufragó por un error del comandante de la nave que está libre ahora”, declaró al canal de noticias Sky Saturnino Soria, padre de la joven, quien llegó de Perú con su familia para obtener noticias de la hija.

“No conozco las leyes de Italia, pero el comandante puso en peligro la vida de más de 4.000 personas, se sabe que abandonó la nave antes que todos y ahora está libre”, denunció con tono indignado.

“Puede quedar impune por lo que ha hecho, eso no puede ser así”, clamó.

Desde el viernes en la noche no se conoce el paradero de Erika, quien trabajaba como camarera en uno de los bares del crucero y fue vista en una de las lanchas salvavidas.

La joven peruana había sido contratada por la empresa Bonavista, una de las compañías que envía a peruanos a trabajar en grandes cruceros turísticos.

El “Costa Concordia”, que había partido de Civitavecchia hacia las 18H00 GMT el viernes, llevaba más de 3.000 turistas, además de unos mil tripulantes de 40 nacionalidades.

Al menos once personas murieron en la tragedia, entre ellos el peruano Tomás Costilla Mendoza, quien trabajaba en el servicio de aseo.

Los buzos suspendieron este miércoles por razones de seguridad la búsqueda de la veintena de personas desaparecidas, mientras las autoridades anunciaron la identidad de uno de los cinco cuerpos recuperados a bordo de la nave, un empleado húngaro, hallado a 20 metros de profundidad.

El jefe de la policía de Grosseto, Giuseppe Linardi, informó que fue descubierta viva en su país una pasajera alemana que resultaba en la lista de desaparecidos.

Pese a ello, 26 personas figuran aún en esa lista, mientras quedan cinco cuerpos sin identificar.