Se trataba de la misión rusa más arriesgada y costosa en cuanto a exploración espacial desde tiempos de la Unión Soviética, sin embargo acabó hecha añicos contra el planeta Tierra sin siquiera haber logrado escapar de su órbita.

Avaluada en 170 millones de dólares, la sonda Phobos Grunt estaba destinada a llegar a la luna marciana de Fobos, pero este domingo, tras orbitar por última vez el planeta, se precipitó sobre el océano pacífico cayendo a las 14:45 horas de Chile, a 1.126 kilómetros de nuestras costas, o más específicamente de la Isla de Wellington, en la Región de Magallanes.

En un primer momento los científicos temieron que el lugar donde se estrellara la sonda pudiera verse contaminado por parte de las 11 toneladas de combustible altamente tóxico que la sonda usaría para trasladarse, sin embargo la Agencia Espacial Rusa, Roscosmos, y la NASA, calcularon que se fundió en su totalidad durante el reingreso a la atmósfera, debido a que su contenedor era de aluminio, indica The Inquisitr.

Sin embargo uno de los detalles más curiosos es que el intento previo de los rusos por llegar a Marte, la sonda Mars-96 lanzada en 1996, también acabó estrellándose en nuestro país, esa vez sobre la cordillera de Los Andes, en lo que fue un incidente mucho más polémico ya que el vehículo espacial cargaba 200 gramos de plutonio radioactivo.

Y pese a que en un inicio el Comando Espacial Estadounidense pensó que la totalidad de la sonda Mars-96 se había quemado durante su reingreso a la Tierra, posteriormente reconoció que varias partes del fallido lanzamiento se esparcieron en tierra, incluyendo 2 penetradores de superficie diseñados para resistir el impacto, los cuales nunca han sido recuperados.

Aún así, el peor caso de polución proveniente desde una sonda espacial fallida tuvo lugar en el noroeste de Canadá, en 1978, luego que el satélite ruso Cosmos 954 cayera a tierra esparciendo al menos una docena de restos radioactivos.

Caída de la Phobos-Grunt | Zarya.info

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