Las siempre imponentes aguas en el sector La Herradura de Coquimbo despidieron aquel 15 de enero del 2003 a uno de los músicos más importantes de la música latinoamericana, Eduardo “Gato” Alquinta, la voz y guitarra de los Jaivas.

Eran cerca de las cinco de la tarde de aquel miércoles, y el “Gato” disfrutaba junto a familiares y amigos en la costa de la cuarta región. Un paro cardiorrespiratorio nos privaría entonces de su contundente presencia en el escenario y sus grandiosas composiciones.

Tocando canciones de Atahualpa Yupanki desde los 12 años, Eduardo Alquinta Espinoza conoció al clan Parra en un liceo de Viña del Mar, quienes junto a Mario Mutis, ya en la Universidad Federico Santa María, tocaban música tropical en fiestas bajo el nombre “High Bass”.

En 1969 y con la llegada del “gringo”, como le llamaban a David Fass, el Gato dio un golpe de timón al grupo y les llevó a dejar la inocencia y experimentar con los nuevos sonidos psicodélicos y vanguardistas que poco se oían en Chile. Desde entonces, el rock y el folk fueron los pilares que les llevaron a ser reconocidos a nivel mundial.

La foto de los jóvenes “High Bass”

Desde Valparaíso, Patricio Henríquez, comparte esta imagen de los primeros días del grupo y así la describe:

Es una foto de Los Jaivas que ni ellos tienen. Fue sacada en una casa en el Cerro Placeres, cuando recien empezaban como “High Bass”, no recuerdo el año, pero vean sólo la batería que parece de juguete. En ese tiempo, los ensayos eran en la Santa María o en casas cercanas, junto a varios conjuntos de la época, como los “Sansanitos” de la USM, donde participaba John Fleming, que después fue director de Canal 4.

Los Jaivas en Placeres

Los Jaivas en Placeres