La máquina número 33 de la línea Tucapel iba conducida por Rodrigo Abello, quien tras recoger pasajeros cruzó calle Prat desde Padre Hurtado para ingresar a Maipú, y a los pocos metros surgieron los primeros indicios que algo andaba mal.
Damna Norambuena, madre del chofer, venía a bordo de la máquina y fue una de las primeras que percibió el humo.
El citado conductor sostuvo que las llamas irrumpieron rápido frente a lo cual sólo restaba escapar pronto.
Un joven testigo confirmó que el panorama tuvo momentos de mucha tensión.
Bomberos arribó rápido al lugar para sofocar las llamas, a cargo de voluntarios de la primera compañía penquista. El teniente tercero, Rodrigo Fuentes, lideró el equipo que apagó el fuego.
La rápida acción de carabineros permitió el control de tránsito por Maipú, evitando así que otros vehículos se vieran afectados.