El comité organizador del Mundial de fútbol Brasil-2014 y de la Copa Confederaciones-2013 definirá el año próximo los horarios de los partidos y la mascota de la Copa Mundo, así como recibirá los primeros de los 12 estadios previstos.
En un comunicado, difundido el jueves en su sitio en internet, el comité local (COL) indicó que “serán definidos el año próximo los horarios de los partidos de la Copa del Mundo de la FIFA, así como las fechas y horarios de la Copa Confederaciones”.
Además, las entradas para la cita de 2013 “comenzarán a ser vendidas a finales de 2012″, añade el texto.
“En las sedes comenzarán a ser entregadas al final del año los primeros de los 12 estadios de la Copa del Mundo de la FIFA”, sigue el COL que también finiquitará el catálogo de centros de entrenamientos para las selecciones participantes.
Los organizadores elegirán la mascota del Mundial “después de la Eurocopa 2012 y de los Juegos Olímpicos de Londres, entre un jaguar, un guacamayo o un ‘saci’ (personaje de la mitología local).
Para ambos eventos, serán seleccionados 18.000 voluntarios en el primer semestre entre un total de 80.000 candidatos, destaca el comunicado.
El COL también definirá el local donde serán celebrados los sorteos de la Confederaciones, a finales de año, y del Mundial, un año después.
Las autoridades brasileñas están en una carrera contrarreloj para construir o renovar los estadios, a tiempo para el gran evento, aunque el gobierno insiste en que se cumplirá el calendario previsto.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, afirmó por estos días en Tokio que su organización está “preocupada” con los problemas surgidos en los preparativos del Mundial, esta vez no por el ritmo de construcción de los estadios, que aseguran es positivo, sino por las garantías gubernamentales para el evento.
Un proyecto de ley del Mundial es discutido en el Congreso para dar a la FIFA autoridad máxima sobre el evento, pero plantea entre otras cosas ofrecer entradas más económicas para ancianos, estudiantes, incapacitados, indígenas y beneficiarios de programas sociales, un punto que el ente internacional acepta a regañadientes.