Las fiestas de Navidad y año nuevo son esperadas por todos. Sin embargo, estas celebraciones muchas veces son enlutadas por accidentes ocasionados por fuegos artificiales.

Los niños son quienes están más expuestos a un sinnúmero de riesgos, generalmente evitables. Por ello, es indispensable tomar medidas preventivas, y no olvidar que es tarea de todos evitar que haya niños quemados por fuegos artificiales.

Así lo aconseja la Unidad de Prevención de Riesgos de la Universidad de Valparaíso, recalcando que para evitar los daños provocados por los fuegos artificiales año tras año, la manera más preventiva y segura es simplemente no usarlos.

Los agentes involucrados son principalmente petardos y voladores. Pese a que la Ley 19.680 prohíbe el uso doméstico de fuegos artificiales, estos elementos son comercializados incluso en la vía pública.

Está permitido el uso de fuegos artificiales en espectáculos masivos, a cargo de personal especializado.
Si sufre un accidente debe conservar la calma y llamar a los servicios de emergencia. Si las líneas telefónicas se encuentran congestionadas, busque la forma de trasladar al herido al centro asistencial más cercano y lo más rápido posible, para que se le apliquen los primeros auxilios. No es recomendable improvisar curas caseras sobre la lesión.

Consejos

— No compre fuegos artificiales clandestinos.

— Asegúrese de que sus niños no los adquieran.

— Enseñe a sus niños los riesgos de quemadura al usar elementos que contienen pólvora, los que cortan, raspan y dañan la piel.

— Cuando presencie espectáculos pirotécnicos, ubique a su familia a lo menos a 400 metros del lugar de lanzamiento y respete las indicaciones de seguridad.

— Recuerde que todos los fuegos artificiales contienen pólvora y una vez encendidos no se pueden manejar.