Colonos leales al presidente boliviano Evo Morales salieron este martes al paso de indígenas amazónicos que hace un mes marchan en rechazo a una ruta que atraviesa su hábitat y, a pesar de que están separados por centenares de policías, se temen choques, según fuentes de ambos bandos.

El grupo de colonos, estacionado ahora en el poblado de Chaparilla -a poco más de un kilómetro de Limoncito (a unos 330 km de La Paz), donde se encuentran los indígenas- dieron un ultimátum hasta la tarde del martes “para que los marchistas acudan al diálogo (con el gobierno) sin condiciones”, según su principal dirigente René Huasco.

Huasco, afirmó en declaraciones a la radio católica Erbol: “Estamos cansados de esta situación, no sólo nosotros, sino el país entero, ellos piden diálogo pero nunca aceptan en realidad un diálogo verdadero”.

Según Huasco, los colonos, cuyo número no fue precisado, están “en vigilia” a la espera de un pronunciamiento de los indígenas amazónicos, quienes, a su vez, tenían planeado salir de Limoncito para reanudar su marcha hacia la sede de Gobierno.

“Nos encontramos en la localidad de Limoncito haciendo los preparativos para reiniciar la marcha”, dijo de su lado Fernando Vargas, uno de los dirigentes de la marcha que se opone a la ruta de 177 km que atravesará el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

En precaución por eventuales enfrentamientos, “vemos que también está llegando la Iglesia Católica, los medios de comunicación, además de la Defensoría (del Pueblo)”, dijo Vargas a medios locales.

Ante el riesgo, la delegación de Naciones Unidas en Bolivia pidió “mediante el diálogo, acuerdos duraderos que garanticen el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas”, mientras la Iglesia católica instó “a las partes involucradas a retomar la senda de un diálogo verdadero y constructivo”.

Del mismo modo, el presidente en ejercicio Alvaro García -Evo Morales se encuentra de visita oficial en Cuba- llamó a los marchistas a retomar negociaciones con el gobierno.

“Imploramos el diálogo para impedir la confrontación entre hermanos”, dijo García, a pesar de haber fracasado gestiones similares en siete oportunidades.

“Estamos llamando a negociar en este minuto en Limoncito”, el villorio desde donde los marchistas se aprestan a caminar los 6 km que los separan de Yucumo, a unos 320 km de La Paz, donde los colonos erigieron barricadas para impedir su paso hacia La Paz.